El Casco Antiguo de Badajoz va a poder disfrutar de un nuevo espacio conquistado a la historia y que durante más de veinte años ha estado sumido en el abandono, situación que se ha traducido necesariamente en el deterioro que presenta en la actualidad. El Ayuntamiento de Badajoz va a recuperar el claustro de San Agustín, que originalmente pertenecía al convento de dicho nombre y que se encuentra junto a la iglesia de Santa María la Real, también llamada de San Agustín.

Este claustro ocupa 400 metros cuadrados y aunque la hasta ahora concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, comentó en su día que no existía una decisión sobre su uso, sí defendió la intención de que sea un espacio público que pueda ser disfrutado por todos los pacenses durante el día y, por la noche, protegido mediante un cierre para evitar que se convierta en refugio de gente poco respetuosa con el patrimonio.

CONSOLIDAR Y LIMPIAR

La arquitecta municipal Begoña Galeano ha explicado a El PERIODICo que, básicamente, el proyecto aprobado por el ayuntamiento consiste en la consolidación y limpieza del claustro, cuyo estado actual se encuentra tristemente marcado por lo ocurrido en 1982, cuando alguien decidió derribar esta construcción, decisión que fue paralizada por las protestas de las asociaciones interesadas en mantener este edificio.

Sin embargo las quejas llegaron tarde, porque se derribó la parte superior del claustro y las crujías perimetrales. Han transcurrido más de veinte años desde entonces y el estado de la edificación se ha visto agravado por el paso del tiempo. Las bóvedas, afectadas en su estructura al suprimirse la parte superior, se han ido abriendo y algunas se han caído. Según Begoña Galeano, el claustro de San Agustín "está en muy malas condiciones".

MEDITACION

La obra ya está adjudicada y el presupuesto asciende a 174.293 euros. El proyecto de consolidación del claustro recoge, textualmente, que "teniendo en cuenta que se trata de un claustro de un antiguo convento, y siendo el claustro un espacio de meditación e intercambio en la vida de un convento, se propone que una vez realizada la consolidación estructural y limpieza de los restos de esta edificación, pueda volver a ser un espacio de ocio donde deambular y meditar". La arquitecta municipal comentó que en principio la intención es poner en uso este espacio, ahora abandonado, con alguna actividad pública y que sirva de antesala a los edificios colindantes, como son la iglesia y el colegio.

Desde el punto de vista estructural, es necesario recuperar el estado inicial de las cargas del edificio, alterado por las demoliciones de las crujías perimetrales y de la planta superior. Para ello hay que construir un pretil perimetral que devuelva la estabilidad a las bóvedas. El estado de las bóvedas es diferente en cada una de las galerías que definen el claustro. Como las que dan a la calle José Lanot están en el suelo, tendrán que restituirse, aunque su construcción se diferenciará de la original para distinguirlas en el tiempo.

Cristina Herrera comentó que el ayuntamiento va a acometer este proyecto "cuando ha podido", teniendo en cuenta que era una aspiración del equipo de gobierno popular, dado el estado "deplorable" que presentaba este espacio, cuya protección data de hace dos años.

l proyecto incluye la realización de catas y el seguimiento arqueológico de restauración del claustro.