Debido al estado de alarma por la pandemia de coronavirus se han suspendido todas las celebraciones, incluidas las romerías y entre ellas, también la de San Isidro, patrón de los campos, cuya festividad se conmemora mañana viernes y que tampoco tendrá lugar, como pasó con Bótoa.

Este año, la Cofradía de San Isidro de Badajoz ha anunciado que la forma de celebrar la romería, ante la imposibilidad de hacerlo en los alrededores de la ermita y en la dehesa de Tres Arroyos, se hará con la exposición de vídeos de la romería del año pasado y anteriores en su página web, con una explicación del porqué este año no saldrá el santo en procesión. Y de fotografías en el perfil de facebook Romería de San Isidro. Se mostrarán vídeos de la misa, la procesión, el desfile de caballistas y la celebración de grupos de familias y amigos bajo las encinas, explica Rafael Crespo, hermano mayor.

Crespo recuerda que la romería de San Isidro en Badajoz «se celebra en plan familiar; los romeros pasan un día de campo, visitan la ermita y recogen las espigas bendecidas por el capellán, que celebra cada año una misa extremeña en el atrio». Es una misa cantada por la Asociación de Coros y Danzas de Badajoz, que baila al final y durante las paradas de la procesión con el santo en andas sobre los hombros de los cofrades.

La romería se celebra en Badajoz desde 1956, año en el que se inauguró la ermita proyectada por Eduardo Escudero y construida en de la finca de Tres Arroyos, en un terreno donado por los propietarios a la Hermandad de Agricultores y Ganaderos en 1955, la familia de Juan Martín de Saavedra Villanueva, donde se encuentra la ermita y unos 20 metros en su alrededor de la edificación.

La inauguración se hizo con una imagen prestada, siendo la actual obra de los talleres Artex. El ayuntamiento compró la finca en 1973 y segregó la parcela que en 2001 pasó a ser propiedad del arzobispado. Éste a su vez la cedió en uso a la cofradía, explica Rafael Crespo. La ermita depende de la parroquia San Pedro de Alcántara, de Suerte de Saavedra.

La hermandad se hizo cargo de la ermita y de la organización de la romería a partir de 1997, tras la desaparición de las Cámaras Agrarias. «Un grupo de amigos hicimos los estatutos porque sí no, desaparecería la romería», que finalmente se celebró en 1998. Y un año después, «las hermanas clarisas del convento de Santa Ana hicieron un nuevo estandarte porque el que había era pequeño y se deshacía», cuenta.

Además, «cuando la hermandad se hizo cargo de la ermita la reestructuró, «hicimos el patio, el cerramiento, pusimos el techo y el suelo, gracias a Ramón Bas, hijo de Pepe Reyes; y sus herederos se hicieron cargo de poner nuevos bancos». En 2006 llegó la luz y el agua y hoy buscan ayuda para renovar el tejado, «destrozado por los pájaros», y que «solo hemos podido arreglar».

Por otro lado, la Delegación del Gobierno ha dado instrucciones a policía local y Guardia Civil «ante posibles celebraciones espontáneas», dice en una nota.