TEts un hecho incontestable que el problema de la limpieza de Badajoz se va resolviendo poco a poco. Lo estamos percibiendo cada día, supongo que en toda la ciudad. Yo lo aprecio en el casco antiguo, que viene a ser algo así como el espejo en que nos miramos todos a la hora de medir la marcha de los progresos municipales en materia de gestión ciudadana. Quedan, sin embargo, por resolver algunos problemas. No siempre son culpa de la empresa concesionaria del servicio de limpieza, sino de la escasa participación del vecindario, que protesta mucho en tanto no le recuerdan que los derechos conllevan deberes.

El ayuntamiento parece haberse tomado en serio las labores de policía urbana, en el sentido más amplio del concepto --¡ya era hora!--, pero hay metas difíciles de alcanzar sin recurrir al esfuerzo de todos. Me refiero, ya lo he escrito, a la falta de colaboración de muchos vecinos y de muchísimos hosteleros a la hora de depositar las basuras en los contenedores situados, con un estruendo innecesario y molestísimo --eso sí es problema a solucionar por la contrata--, en ciertos puntos. No soy partidario de las medidas demasiado drásticas aplicadas a problemas solubles con diálogo. Pero, esto empieza a oler mal en los dos sentidos posibles.

No es de recibo que se dejen las bolsas, chorreando líquidos apestosos y pringosos, en las puertas de los establecimientos en espera de su recogida. Ni tampoco que quienes hacen esta labor a altas horas de la madrugada vociferen, arrastren y golpeen como si en los inmuebles vecinos morasen fantasmas y no gentes con jornada laboral reglada para descansar por la noche.

Hemos reclamado limpieza hasta hartarnos. Es hora de pedir un mínimo compromiso a todos y, ojalá no sea preciso, firmeza al concejal del ramo. Si los establecimientos no aceptan poner en práctica su conocida buena conciencia urbana habrá que señalarlos con nombres y apellidos y pedir que se los sancione. Ellos necesitan trabajar en paz, nosotros también. Y hacer que se patentice que pagamos impuestos y que su recaudación está bien empleada. Y menos ruidos en las recogidas. Esto no es el Sahara, hay gente.