El ayuntamiento estudia una solución "en el plazo más corto de tiempo" a los problemas de saneamiento en la barriada de Suerte de Saavedra, que provocan que cuando llueve se inunden calles y garajes. La portavoz del equipo de gobierno, María José Solana, explicó ayer que se está analizando si se actúa solo en esta zona o la actuación se incluye en un nuevo plan director de saneamiento, que contemple otras actuaciones en la ciudad.

Solana reconoció que el actual colector de Suerte de Saavedra no tiene suficiente capacidad, pero recordó que la situación se agrava porque las redes se taponan con todo tipos de desechos que se vierten a través de los baños. "No es habitual, pero tampoco puntual. El colector se debe ampliar, pero también hay que modificar algunos comportamiento que agudizan el problema", reclamó.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Suerte de Saavedra, José Manuel Chaves, alertó la noche del jueves de la necesidad de un nuevo colector en el barrio para evacuar el agua que se acumula en grandes balsas en la avenida Antonio Hernández Gil y otras zonas, a donde va a parar el agua de todas las calles de la barriada. De ahí que ayer expresara su satisfacción al conocer la decisión del ayuntamiento de hacer un nuevo colector.

Chaves señaló también que, además de las balsas, hay garajes de edificios en la calle Vidal Lucas Cuadrado que cuando llueve como ha hecho estos días, se inundan. "Las anteriores lluvias cogieron los coches dentro del garaje y causaron cuantiosos daños, pero esta vez, los vecinos han tenido la precaución de sacarlos; la noche del jueves el agua llegó a los 35 o 40 centímetros de altura".

Un vecino del barrio, Antonio Chacón, manifestó que "acaba de empezar el otoño y ya van tres veces que han tenido que cerrar la avenida Hernández Gil por inundaciones, ".

Por otro lado, los bomberos recibieron entre las 20.40 y 23.20 horas del pasado jueves 60 llamadas por las lluvias, de las que atendieron 30 "porque tuvimos que discriminar para atender las más urgentes", explicó el jefe de servicio de este cuerpo. Las salidas fueron a los "lugares habituales, que ya tenemos controlados, pero que hay que desaguar, como en Antonio Hernández Gil, Pablo Neruda, La Violeta, Santo Cristo de la Paz, en los que hubo que la policía local tuvo que cortar el tráfico en ambos sentidos.

También tuvieron que sacar de sus vehículos a una docena de conductores que se quedaron atrapados en balsas de agua, y achicar en algunos garajes, "porque cayó mucha agua".