Parecía imposible pero finalmente el ayuntamiento ha conseguido que la fuente de la plaza de Isabel de Portugal (cruce de Sinforiano Madroñero con la carretera de Olivenza) no sea el objetivo permanente de automovilistas ebrios. La solución la ha encontrado cambiando el color de las luces cercanas a la fuente, según explicó ayer el concejal de Tráfico, Alejandro Ramírez del Molino.

Las luces de la carretera de Olivenza son de color amarillo y las de la glorieta se pusieron blancas, como asesoró Philips al ayuntamiento, pues en otras ciudades había dado resultado. Desde el cambio no ha habido accidentes.