Las rejas del puente Viejo que sobraron de los tramos que fueron intercalados entre los muretes que forman el pretil del puente en la actualidad han encontrado una función similar. En esta ocasión, en vez de ser en el puente Viejo, de donde eran originarias, el que las sustenta, se han colocado como barandillas en el nuevo del Revellín, que se construye entre la carretera de circunvalación y el elemento defensivo que le da nombre, en la barriada de San Roque. Este está a punto de abrirse al tráfico, pero ayer aún permanecía cerrado, según fuentes de la policía local. También permanece cerrado aún el puente de la ronda norte.

La Asociación Amigos de Badajoz ha felicitado a los responsables de la idea y anima a las instituciones a seguir en esa línea de trabajo.