En muchos casos, las oportunidades de negocio que genera la ciudad "no se aprovechan por sus ciudadanos y se cubren por agentes externos". Es una de las conclusiones del grupo de empresarios y expertos que forman parte del Observatorio del Cambio, del Programa Lica, que se reúne cada mes para analizar la situación del comercio pacense, su aportación a la mejora del nivel y calidad de vida, de empleo, detectar posibles cambios y definir propuestas de actuaciones para mejorar la competitividad.

Una de esas propuestas es eliminar o sustituir paulatinamente los mercadillos por una oferta ambulante de calidad.

El informe parte de un hecho: el comercio fue la principal seña de identidad de Badajoz en los 70, con un alto nivel de especialización, hasta que entró en crisis por la retirada del cliente portugués, el traslado del mercado de abastos de la plaza Alta, la fuga de parte de la Administración, la degradación del casco antiguo y la propia dispersión comercial.

En la actualidad, el comercio emplea al 13% de la población activa. Badajoz es una de las ciudades españolas de mayor crecimiento poblacional, un 13,3% en los 90; ocupa el puesto 15 en el ránking de áreas comerciales y tiene una población en su zona de influencia de 750.000 habitantes, entre España y Portugal.

La recuperación iniciada a mediados de los años 90 se debió a la implantación de medianas y grandes superficies, hipermercados, grandes almacenes, el asociacionismo del sector, la dotación de aparcamientos e infraestructuras y, en los últimos años, con la llegada de El Corte Inglés y la revitalización del casco antiguo. No obstante, "el comerciante no se ha adaptado aún a los nuevos requerimientos, debido, sobre todo, a la falta de formación".

NECESIDADES

Esta es, por tanto, una de las primeras necesidades que plantean los expertos, con el asociacionismo iniciado, el acceso a las nuevas tecnologías y comercio por internet. También se plantean conseguir la excelencia en el trato al cliente y el proceso comercial, con cambios en la organización y gestión de locales, ventas y zonas comerciales, proporcionando servicios y comodidades como los de las grandes superficies.

El observatorio destaca la importancia de Portugal para el comercio y la ciudad; y aceptar la liberalización de horarios.

Por otro lado, el comercio ofrece unas posibilidades de empleo cuyo perfil se ajusta a los colectivos con más problemas laborales, como discapacitados, jóvenes, mayores de 45 años y mujeres, entre otros.