La mano del hombre se encuentra siempre, de manera intencionada o involuntaria, detrás de la introducción de cualquier especie invasora. Ya sea para producir alimentos, recursos forestales, mejorar el suelo, jardinería, acuicultura, producción peletera, control biológico, caza o pesca el hombre ha introducido especies exóticas con una intencionalidad clara. Otras veces el hombre ha sido ajeno a su introducción, siendo él un mero vehículo para el trasporte de especies de pequeño tamaño como invertebrados (insectos, crustáceos, bivalvos, etcétera) o semillas de plantas. Pero en algunas ocasiones es la negligencia la responsable de la introducción, al liberar mascotas exóticas en la naturaleza o al traer como recuerdo alguna especie tras un viaje a un país exótico.

Actualmente el comercio es la vía más importante en la introducción de especies invasoras. Las especies pueden introducirse a través de mercancías (contenedores, cargamentos de madera, alimentos, semillas, etcétera) o en los medios de transporte (adheridos al casco de embarcaciones, en el agua de lastre o en vehículos a motor). No obstante, la agricultura que siempre tuvo un papel destacado en la introducción de especies exóticas ha sido desbancada por la jardinería, que es responsable de la gran mayoría de plantas introducidas en el último siglo. Pero si hablamos de especies invasoras animales en medios terrestres o de agua dulce las especies exóticas que se vendieron como 'mascotas' o los peces exóticos demandados como trofeos por la pesca deportiva acogen a un gran grupo de las especies más problemáticas.

Tras la introducción de una especie invasora detener su expansión es de vital importancia, sin embargo actividades tan comunes como la pesca deportiva, el piragüismo o los deportes náuticos facilitan la dispersión a través del transporte de larvas de invertebrados o semillas de plantas acuáticas en embarcaciones y aparejos de pesca. Estos mecanismos de dispersión son utilizados por especies como el mejillón cebra, la almeja asiática o el caracol manzana. Por ello determinar los mecanismos y las vías de introducción de las especies exóticas invasoras es fundamental para prevenir nuevas introducciones. Existen tantas vías y mecanismos de introducción y dispersión que es necesario llamar al civismo y la precaución de la sociedad para evitar encontrarnos con nuevas especies invasoras.