Aunque la estética que identifica a las comparsas de Badajoz se mantiene, con sus mezclas de colores brillantes, la profusión de detalles y el protagonismo de los gorros, este año es más visible que el diseño de los atuendos ha evolucionado y así lo demostraron ayer los integrantes más pequeños de los grupos que salieron en el desfile infantil. Los trajes son más originales, hay menos guerreros y más trazos propios de los sueños y de personajes de cuento.

Sin embargo, la evolución y el atrevimiento no se tradujo finalmente en el reparto de premios. En primer lugar quedaron los niños de Moracantana, cuyos trajes y bailes rememoran el antiguo Egipto, en oro y azul, entre cuyos integrantes los había de muy corta edad. El segundo premio le correspondió a Los Desertores, también con detalles egipcios, como el escarabajo del gorro y cargados de monedas. En tercer lugar quedaron Los Whysis, quizá el grupo más numeroso entre los que desfiló, vestidos de blanco con adornos turquesas y dorados. El quinto premio recayó en Los Lingotes, cuyos trajes están muy trabajados, con alas y cola. En quinto lugar quedaron los Infectos Acelerados, con reminiscencias hindúes, a cuatro brazos.

Fuera del palmarés de premios se han quedado disfraces tan originales como el de La Movida, cuyos integrantes van vestidos con una creación basada en el traje regional, mitad hombre y mitad mujer o los niños de Teotihuakan, que desfilaron como jardines floridos, caracoles incluidos. La comparsa Dekebais arriesga de nuevo, esta vez como tunos con cabeza de flamenca, un atrevimiento que ayer les valió uno de los accésit. Otros accésit fueron para Los Mismos, Caretos Salvavidas, La Kochera (también muy originales de juguetes) y Bamboleo.