La adquisición de un nuevo coche de alta gama para la alcaldía ha desatado las críticas del grupo municipal socialista, que considera "una chulería" y una "provocación" que en plena crisis el equipo de gobierno autorice la compra de un coche por un importe de 48.000 euros. Además, denunció el "ánimo de ocultación" de esta operación, de la que no se informó a los medios de comunicación.

La Junta de Gobierno Local del pasado 27 de marzo aprobó la adquisición, por procedimiento negociado sin publicidad, de un turismo para la alcaldía por importe de 48.000 euros, sin embargo de este punto nada se dijo en la rueda de prensa que con posterioridad se celebra cada viernes para dar a conocer los acuerdos adoptados. Pero ayer trascendió por la denuncia del grupo socialista.

Este será el segundo coche que en menos de un año se compra para la alcaldía después de que el pasado mes de julio el alcalde, Miguel Celdrán, estrenara un Volvo S-80 para los desplazamientos oficiales, que costó 49.000 euros, aunque el precio de licitación fue de 55.000 euros.

El vehículo que hasta entonces utilizaba Celdrán era también un Volvo, pero un modelo más antiguo, un Volvo 850, que adquirió en 1996 y que superaba los 300.000 kilómetros. Este Volvo se quedó entonces como segundo coche de alcaldía para actos protocolarios y para uso de los concejales, sustituyendo así al Nissan Máxima que hasta ese momento utilizaban y que, al parecer, se averiaba con frecuencia por problemas en el motor.

El que se comprará ahora vendrá a sustituir el Volvo 850, por lo que también los concejales contarán para sus desplazamientos con un coche de alta gama similar al de Celdrán.

Sin embargo, el PSOE lo considera "un gasto abusivo" en un momento de crisis como el actual, por lo que pide que se paralice la compra. El concejal socialista, Miguel Angel Segovia, propuso ayer que en el caso de que sea necesario, "el gasto no supere los 18.000 euros" o sino que "usen el taxi", lo que, en su opinión, ayudaría a dinamizar el sector del taxi.

UN CODIGO ETICO En este sentido, Segovia invitó al equipo de gobierno a seguir el código ético de conducta aprobado el 31 de marzo por la Junta de Extremadura para los miembros del Consejo de Gobierno y altos cargos de la administración autonómica, que sólo permite adquirir vehículos de sustitución cuando se superen los 300.000 kilómetros y además establece un máximo de 30.000 euros para el presidente de la Junta y los consejeros y de 18.000 euros para el resto de altos cargos, como los directores generales.

El concejal socialista considera que "sería bueno que el ayuntamiento se aproximara a esos parámetros, máxime cuando el consistorio pacense tiene un presupuesto 67 veces inferior al de la Junta de Extremadura".

UN PREMIO PLANETA El portavoz del equipo de gobierno, Francisco Javier Fragoso, salió ayer al paso de las críticas recibidas por el principal grupo de la oposición y explicó que se tomó la determinación de comprar un nuevo coche ante las sucesivas averías que sufría el viejo Volvo y "no tiene sentido malgastar el dinero en reparar un coche de 14 años y con 400.000 kilómetros. En estos momentos se está usando un coche de cortesía que nos ha cedido el taller donde está siendo reparado".

Según Fragoso, "no es un coche para nosotros, es un coche de protocolo para representar a la ciudad, aunque lo use esporádicamente algún concejal". Por eso se ha decidido que sea "del mismo estándar que el del alcalde", porque se suele utilizar "para recoger a un Premio Planeta que viene a la Feria del Libro de Badajoz", entre otras personalidades.

También negó que haya habido falta de transparencia en el proceso, del que no se informó, según dijo, "porque yo aquel día no estaba en la comisión y la rueda de prensa la dio Alberto Astorga, que informó de los puntos que más le llamaron la atención".