El concejal de Vox en el Ayuntamiento de Badajoz, Alejandro Vélez, inmerso en un expediente de expulsión por no cumplir la exigencia del comité ejecutivo nacional de «rescindir el contrato del personal asesor», de Juan Antonio Morales, y no está claro si del administrativo del grupo municipal, Antonio Pozo, lo que provocó que el partido le reclamara el acta de concejal, respondió ayer a las preguntas formuladas por escrito que «Sigo trabajando, sí». Y sobre la situación de Morales y de Pozo, que «de momento los tres seguimos igual».

Ni Morales ni Pozo respondieron ayer a los teléfonos para conocer su situación y su valoración de la crisis abierta en el seno del grupo municipal a causa de sus contratos, y ya se verá si también en el equipo de gobierno local, pues el alcalde, Francisco Javier Fragoso, que estaba ayer en Fitur, no se pronunciará sobre el asunto hasta su vuelta a Badajoz, según señaló su gabinete. Morales sí respondió por escrito con una sola frase: «No tengo nada que decir. Gracias».

Gabriel Viñiegla, secretario de Organización de la dirección provincial de Vox de Badajoz, ante las preguntas formuladas sobre la situación que se crea en el ayuntamiento con la posible salida de Vélez, y si el expediente de expulsión afecta también a los contratados, volvió a remitirse al comunicado de la dirección nacional, cuyo responsable de comunicación no respondió durante todo el día.

Asimismo, el diputado nacional por Badajoz, Víctor Sánchez del Real, no quiso hacer declaraciones, remitiendo también a los órganos de comunicación del partido en Madrid, Preguntado, por su posible enfrentamiento con Morales, no quiso pronunciarse, pero de sus palabras se podía deducir que no lo considera real, ni importante.

GRAGERA: «TRANQUILIDAD» / El primer teniente de alcalde y portavoz del equipo de Gobierno, Ignacio Gragera, manifestó que «yo me enteré ayer por la prensa y más allá de eso, no hay nada más». Pero sí habló con Vélez: «Hablé con él, pero no es una cuestión que yo tenga que valorar; afecta a Alejandro y a Vox y de verdad, en cuestiones internas de partido no me puedo meter; ni puedo, ni debo», dijo.

Cuando se le planteó que Vélez está en el equipo de gobierno y por tanto su situación afecta al pacto de gobierno que dio paso al tripartito, respondió que «no nos hemos planteado si afectará o no, si tendrá consecuencias o no, aún no sabemos qué pasará; cuando se den las circunstancias se podrá valorar, pero en principio no me quiero meter porque es una cuestión muy delicada; ya se verá si se puede reconducir; ellos harán lo que tenga que hacer».

En el caso de que renunciara al acta de concejal, señaló: «No sé, exactamente, como se van a dar las circunstancias. Yo lo que quiero es trasladar un mensaje de tranquilidad absoluta y de que la ciudad y el gobierno siguen funcionando».

Dijo Gragera que el alcalde está en Madrid y que haber alguna reunión sería él quien la convocara. Finalmente, dijo que Veléz «solo ha confirmado la situación que ha salido en los medios, pero no le he preguntado más porque es otro partido político».

RÉGIMEN LOCAL / Vélez es el único edil de Vox en ayuntamiento y entró en el gobierno por un pacto con el PP y Cs, aunque éste siempre intentó desligarse. Asumió la Concejalía de Limpieza, Poblados y Parque Móvil con liberación total y logró contar con un asesor, Morales, y un administrativo, Pozo -candidatos a las autonómicas que quedaron fuera--, a pesar de ser conejal único. Son los contratos que le ha exigido el partido que rescinda y al no hacerlo le reclama el acta de concejal.

Si Vélez sigue de concejal y es expulsado definitivamente de Vox, pasaría a ser concejal no adscrito. En ese caso no podría tener asesor, administrativo, despacho, ni sueldo, aunque cobraría por asistencia a comisiones y a pleno, según la Ley de Bases del Régimen Local y norma antitransfuguismo. Salvo que continuará en el equipo de gobierno, ya como edil independiente. Ahora dependerá también de lo que decidan el alcalde y él.