TLto que tienen las conclusiones es lo diversas que son. Llegar a ellas parece siempre complicado. Por eso a iguales datos suelen suceder dispares afirmaciones. Lo de la botella medio llena o medio vacía. No hay estudio, circunstancias o cifras que no dé lugar a asertos variopintos, la mayoría falsos o, cuando menos, parcialmente mentirosos, hechos únicamente para distraer la atención en un sentido interesado. La Funcas ha salido a los medios otra vez para poner de manifiesto unos números económicos, que, no lo dudes, darán mucho juego estos días. Dice por un lado que la caída del PIB es menor que en otras comunidades autónomas. Conclusión uno: somos unos tíos cojonudos, los extremeños, los más listos de todo el panorama nacional. Dos: baja menos el PIB porque no hay industria. Más nos valiera tener un sector industrial potente, aunque fuera a riesgo de disminuir el PIB. Tres --menos frecuente--: aprovechemos la circunstancia y reorganicemos el sector productivo. Dice por otro lado que continuamos estando entre las regiones menos convergentes con Europa y nuestro PIB es el menor por habitante del país. Conclusión uno: seguimos siendo cojonudos que mejoramos muchísimo, pero nos tienen manía histórica y no lo quieren aceptar. Dos: Es el resultado de una gestión manifiestamente mejorable. Tres --menos frecuente--: Aprendamos del trecho andado y caminemos ahora en dirección distinta. A éstas, bastante obvias, puedes añadir la tuya propia y otra el vecino. Saldrán millones diferentes, como en el tema taurino que pasa desde el abolicionismo tajante hasta la sorprendente decisión de hacerlo Bien de interés cultural . Los primeros hablan del sufrimiento animal y el salvajismo escondiendo la parte nacionalista y antiespaña; los últimos de la tradición de la fiesta, como si los jesulines y compañía fueran intelectuales de tronío en lugar de mataores. Tranqui, pacense, tú no necesitas concluir. Siempre nos quedará Olivenza aunque la lluvia apague las velas encendidas a san José Tomás.