A las puertas del Ayuntamiento de Badajoz se guardó ayer un minuto de silencio para condenar el asesinato de un niño de 11 años en Beniel (Murcia) a manos de su padre, que estaba en trámites de separación de su exmujer y madre del niño y que, después de quitarle la vida a su hijo, se ahorcó. Tenía una orden de alejamiento de su exesposa.