La Audiencia ha condenado, de conformidad entre las partes, a David López Pardo a un año de prisión, al hallarlo culpable de un delito de estafa, según consta en la sentencia.

Los hechos juzgados ocurrieron en el 2000, cuando el acusado inició una relación comercial con un establecimiento de telefonía. Para ésta, en septiembre de ese mismo año, formalizó contratos ficticios de renta de terminales móviles con empresas no ajustándose a los pactado con los clientes o aumentando el número de teléfonos. Una vez autorizados los contratos por la empresa Gamitel, remitía los terminales a los clientes y el inculpado recibía la comisión pactada por la renta, 7.163 euros.

Los clientes, al recibir los teléfonos no solicitados los devolvieron al acusado, que no los los reintegró, siendo el valor de los mismos de 4.011 euros.