La Guardia Civil interceptó a Joaquín Manuel Cortés Cardoso, ciudadano de nacionalidad portuguesa --nacido en Estremoz, de 46 años--, con un arma de fuego en su poder sin tener licencia para su uso, cuando circulaba por la carretera N-432, en dirección a Badajoz y a Portugal, en el 2008. Por este hecho, el Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz le ha condenado, en sentencia firme y de conformidad, a dos años de prisión, tras hallarlo responsable de un delito de tenencia ilícita de armas.

El acusado llevaba en un bolso de mano que la Guardia Civil encontró bajo el asiento del conductor del vehículo BMW TDS Compat que conducía, con matrícula portuguesa, dentro de una funda de cuero, una pistola de la marca Browning del calibre 6.35, "en perfecto estado de funcionamiento".

Los agentes hallaron también que la pistola contenía un cargador con cinco balas en su interior y que carecía de número de serie. El informe del Servicio de Armamento de la Dirección General de la Guardia Civil constató que era un arma falsificada en cuanto al origen de su fabricación y que el acusado carecía de permiso de armas, según consta en la sentencia