El Marimanta permanecía ayer sentado y solo en un aula del colegio Arias Montano esperando la llegada de los niños para que le colocaran las botas y le diesen los últimos retoques. El pelele esperaba a cumplir su sentencia y arder la noche del sábado en las llamas de las candelas de Santa Marina.

El silencio del aula fue interrumpido en segundos por el griterío de los niños que de forma enérgica subieron al Marimanta sobre la mesa, ayudados por Pilar González, la maestra que desde hace 21 años hace el pelele, y después de atusarle la peluca, fijarle el gorro y calzarlo, terminaron de prepararlo.

"Este es el tercer año que hacemos el muñeco en este colegio, los otros 18 años lo hicimos en el San Pedro de Alcántara", explicó Pilar. Durante dos semanas, cerca de 300 escolares de tercero a sexto de Primaria han ido rellenando de papel y serrín las ropas que viste el Marimanta. "El suéter y el pantalón son usados, lo único que compramos cada año son las botas y el gorro".

La elaboración de este muñeco es una tradición en Santa Marina. "Dice la tradición que el Marimanta era un hombre que vagaba por las calles cubriéndose la cabeza con una manta, por eso no se sabe si era un hombre o una mujer", relata Pilar.

Lo que sí se sabe es que "es un coco que representa el mal" y su destrucción en la hoguera ahuyenta todos los males. Por eso, los niños introducen en los bolsillos del pelele papeles escritos con aquello que no quieren que suceda. Javier Morán, de quinto, quiere "que se vayan las guerras, la violencia y la crisis".

La cara del muñeco es lo que más cambia cada año, "antes se hacía la cabeza con un material duro y se pintaba sobre él la cara, pero con los nuevos tiempos le ponemos una careta".

A Alba Morgado, como a muchos de sus compañeros, le gusta el resultado, aunque reconocen que le da "un poco de miedo". Otros, como Pablo Cuviski y Alvaro Guzmán, irán el sábado a ver cómo se quema, momento en el que, según dicen, "sentimos un poco de pena". Hoy se trasladará el muñeco a la sede de la asociación de vecinos de Santa Marina.