De los 20 detenidos el 15 de octubre del 2010 en la denominada operación 'Jaula', llevada a cabo por la Policía Nacional con un despliegue de 180 agentes de Badajoz y Sevilla, en la barriada de los Colorines a primera hora de la mañana, cuatro de ellos son los que finalmente fueron juzgados.

Tres de ellos han sido condenados: M. R. M., a 1 año y 8 meses de prisión; M. M. M., a 1 año, con la atenuante de drogadicción; y M. G. S., a 1 año y 8 meses, por sendos delitos de tráfico de drogas, así como a las multas respectivas conforme el valor de la droga incautada a cada uno.

El cuarto, que ha resultado absuelto: J. J. S., ha manifestado a través del letrado José Duarte su intención de reclamar el coste de los daños causados durante el registro de su domicilio, una vez que la sentencia sea firme, pues ésta del Juzgado de lo Penal 2 de Badajoz, puede ser recurrida ante la Audiencia provincial.

La sentencia considera probado que en la vivienda de M. M. M. los agentes hallaron 1.252 gramos de hachís en trozos y tabletas prensadas, valorados en 6.388 euros; también en la de M. G. S., 3.626 euros en efectivo, una balanza de precisión y 1.147 gramos de hachís valorado en 7.388 euros; y en la vivienda de J. J. S., un revólver Taurus del calibre 12 largo que se arrojó en su casa, sin que conste quién la lanzó desde una ventana.

La operación, dirigida por el entonces jefe superior de Policía, Angel Galán, supuso el control de más de un docena de bloques de viviendas, con entrada y registro en siete de ellas, practicando 20 detenciones, siete de las cuales terminaron con orden de ingreso en prisión.