Su gamberrada tiene consecuencias. Los cinco menores a los que en mayo del año pasado la Policía Nacional les imputó los daños causados en la alcazaba han sido condenados a la prestación de 100 horas en beneficio de la comunidad con contenido cívico por el delito de daños contra el patrimonio histórico. Además, el Juzgado de Menores de Badajoz condena a los cinco jóvenes (que en el momento de suceder los hechos tenían 15 y 16 años) y sus padres como responsables civiles directos y solidarios a pagar 1.495 euros al ayuntamiento más los intereses legales de demora.

Según recoge la sentencia, que ayer dio a conocer el primer teniente de alcalde, Germán López Iglesias, tras la reunión de la Junta de gobierno Local, los hechos juzgados se remontan al 8 de mayo del 2015, cuando los menores, «conjuntametne y con intención de causar un menoscabo patrimonial» causaron diversos destrozos en la tenaza del siglo XVIII entre las torres 5 y 6 de la Alcazaba, donde desprendieron ladrillos y lajas de pizarra del remate superior y realizaron pintadas. En el juicio oral se culparon unos a otros, pero la jueza estima que «tan responsable es el que realiza esa acción como quien, conociendo lo que el otro hace, no lo impide o realiza algún acto para evitar que continúe, permaneciendo en el lugar como un simple espectador a veces, pero muy entretenido y divertido con el daño que causan los demás». A lo que añade que «la simple y pura abstención en el actuar les lleva a tener la misma responsabilidad, cuando todos conocen y consienten un acto de esta naturaleza, máxime teniendo en cuenta que algunos menores han declarado que todo comenzó como una guerra de piedras». Para todos es el primer expediente. H