Con una mano al volante y la otra sujetando un botellín de cerveza. Así circulaba un conductor de 29 años, con iniciales L. M. B. A., cuando la policía local lo interceptó sobre las 13.00 horas del domingo en la avenida Damián Téllez Lafuente. El joven, que conducía un Opel Astra, arrojó 1,01 en la prueba de alcoholemia, un valor cuatro veces superior al permitido.

Fueron varios ciudadanos quienes alertaron a la policia local de que un conductor circulaba a gran velocidad por la avenida Fernando Calzadilla en dirección a Damián Téllez Lafuente y que, incluso, había estado a punto de atropellar a una mujer. Una dotación que se encontraba en las cercanías se desplazó hasta el lugar y comprobó cómo el joven realizaba rápidos adelantamientos y conducía de manera "muy agresiva", tanto que otros conductores se vieron obligados a esquivarlo. Ayer pasó a disposición judicial imputado por un delito contra la seguridad vial.