A martillazos. Así acabó ayer por la tarde una disputa entre un conductor ebrio y los dos ocupantes que viajaban con él en el coche, un hombre y una mujer. Los hechos sucedieron sobre las 19.30 horas en la calle Francisco de Quevedo, cuando tras chocar con un vehículo que estaba estacionado, el presunto agresor, J. R. M., de 46 años, la emprendió a golpes con sus acompañantes, con quienes estaba discutiendo.

La mujer, V. G. L., de 31 años, sufrió fractura de pómulo y el hombre, C. A.B., de 41, presentaba varias heridas en la cara y la cabeza, por los que tuvo que recibir puntos de sutura.

Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, encontraron al presunto agresor en el suelo, agarrando a la mujer por el cuello y con el martillo en la otra mano, y junto a ellos al otro hombre lleno de sangre. Debido a la agresividad que mostraba el conductor, los policías tuvieron que inmovilizarlo. Ante los síntomas de embriaguez que presentaba, fue sometido a la prueba de alcoholemia, superando en más de tres veces la tasa permitida al volante. El presunto agresor fue detenido y trasladado a la comisaría de la Policía Nacional.

No ha sido esta la única reyerta con heridos en la que ha intervenido la policía local durante el fin de semana. Sobre las 4.50 horas de la madrugada del domingo tuvieron que acudir a la discoteca del ferial tras recibir el aviso de cuatro jóvenes que denunciaban que dos de sus amigos habían sido agredidos por otras tres chicas que se encontraban en este mismo local. Las víctimas, un chico y una chica de 23 años, presentaban diversas heridas y arañazos.

AGRESION A LOS AGENTES Cuando los policías se disponían a identificar a las presuntas agresoras, una menor de edad, éstas la emprendieron a puñetazos y arañazos con los agentes, a los que causaron escoriación y posibles desgarros musculares. Dos de ellas, I.M. R., de 16 años, y Y. R. S., de 36, fueron detenidas, mientras que la tercera se escabulló entre el tumulto. En la actuación participó la Policía Nacional.

Por otro lado, el propietario de un bar de la calle García de Paredes, en San Fernando, y un vecino se enfrascaron en una pelea la madrugada del sábado después de que el primero avisase a la policía local por las molestias de los veladores. Cuando llegaron los agentes, comprobaron que tenía más de los autorizados y se los retiraron. Minutos después se inició la trifulca entre ambos hombres, de 41 y 40 años, que se han denunciado mutuamente por agresión.