Es tiempo de congresos en IU, PSOE y PP, y habrá que ver cómo resuelven la espiral de bajada nacional-regional-provincial-local. Dependerá de lo que ocurra arriba para saber lo que se puede preparar aquí, donde cada uno tiene sus retos. Con un PSOE en el Gobierno y el país saliendo de la bronca atornillada del PP, las incógnitas serán si Ibarra se vuelve a presentar o en su caso quién le sucede, y quién se enfrentará al PP en las municipales y con qué proyecto. IU, que prácticamente se juega su pervivencia, buscará cómo salir de la crisis, aquí y en todo el país. Y en el PP, donde el recuerdo de anteriores purgas congresuales hace que nadie se atrava a hablar, habrá que ver cómo se redistribuyen las fuerzas en lo alto para entender cómo se mueven aquí --con eso de que fulano es un hombre de tal y veltrano lo es de cual--, para dilucidar si Acedo sustituye a Floriano, quién a Acedo, si Celdrán apoyará a uno u otro según deje a Monago colocado u otro peón y, ya puestos, saber si terminará el curso o se va definitivamente al senado en su nuevo Volvo, y quién le sucede sin perder los 8.000 votos que lo separan del PSOE, si algún teniente de alcalde o, si éstos optan por una retirada temporoestratégica a sus unifamiliaresdeinvierno, quién será quien continúe recalificando con mayoría absoluta.