Poner en valor la educación vial y el respeto a las normas para mejorar la seguridad en vías urbanas e interurbanas, contribuyendo así los accidentes de tráfico en la provincia de Badajoz, es el objetivo de la Comisión Provincial de Educación Vial, constituida hace tan solo unos días. La sudelegada del Gobierno, Pilar Nogales, junto al jefe provincial de Tráfico, Pedro Ignacio Martínez, presidió la constitución de este foro, en el que están presentes administraciones, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estados, instituciones, profesionales y colectivos relacionados con la seguridad vial.

Se trata, según explicó Pedro Ignacio Martínez, de un grupo de trabajo que se reunirá dos veces al años (en febrero y octubre» para idear y coordinar las acciones y campañas que se lleven a cabo en materia de educación vial, con la intención de unir sinergias y ser más eficaces y efectivos. «La educación vial es uno de los recursos que menos costo tiene y que obtiene los mayores resultados», defendió el jefe provincial de Tráfico. Las actuaciones se dirigirán a todo tipo de colectivos con la intención de que la formación llegue al mayor número de ciudadanos posible y será el Centro de Profesores y Recursos, con nueve sedes en la provincia, el que acoja los cursos para formar a las personas que impartirán las distintas charlas y talleres.

Otra de las decisiones que se tomó en esta primera reunión de la comisión provincial fue la idoneidad de elaborar un catálogo conjunto que recoja todos los elementos materiales y humanos de los que dispone cada organismo, institución y asociación que forma parte de la misma, con la idea de contar con una guía práctica para afrontar con garantías aspectos relacionados con la seguridad vial.

A juicio de Martínez, uno de los problemas «más graves» que se han detectado es que a los conductores «solo les interesa sacarse el carné», pero no la educación vial, lo que acarrea que se produzcan accidentes.

Asimismo abogó por la necesidad de que se incremente el control del cumplimiento de las normas de en los cascos urbanos, pues los comportamientos de los conductores cuando circulan por poblaciones se trasladan después a la carretera, donde los resultados en caso de accidente son «muy diferentes», pues en vías interurbanas «las consecuencias son más mucho más graves», alertó.