Los continuos accidentes que se producen en el Cerro de Reyes mantienen en vilo a los vecinos de la barriada. La noche de este último viernes se produjeron dos percances, ambos en el entorno de la glorieta de Las Grullas. Sobre las once de la noche, un coche atropellaba a un peatón que cruzaba un paso de cebra en la calle Pablo Neruda, y en la misma calle, sobre las cinco de la madrugada, otro automóvil se empotraba contra dos viviendas.

Natividad Paredes y Ascensión de la Cruz, propietarias de las casas afectadas, se quejaban ayer de la situación en la que se encuentra el barrio, "no hay seguridad ninguna, y los coches se ponen a hacer rallies en la rotonda". Los vecinos viven asustados, es una zona en la que los niños juegan en la calle, los adultos se sientan a tomar el fresco en los porches y en más de una ocasión se han levantado cuando han visto los vehículos a gran velocidad venirse contra ellos, según contaba una de las vecinas, Isabel Amador.

Los habitantes de la zona reclaman al ayuntamiento una valla de protección o alguna medida que evite los continuos accidentes, pero aseguran que nadie les hace caso. "No nos dan protección, estamos cansados de pedirla, si fuese en Valdepasillas o en las puertas de la casa del alcalde ya estaban puestas, pero aquí nos tienen olvidados, como somos del Cerro", contaba Ascensión indignada. "Vamos a llegar donde haga falta, no por nosotros, sino por la seguridad de nuestros hijos que son pequeños y algún día se los van ha llevar por delante".

TRAFICO Este tramo es bastante concurrido y soporta un importante tráfico ya que la avenida Luis de Góngora enlaza la carretera de Valverde con la de Sevilla. Además los jóvenes utilizan esta rotonda para realizar sus rallies, después de dar varias vueltas a toda velocidad y hacer sus demostraciones a dos ruedas salen disparados por Luis de Góngora, donde más de uno ya ha sufrido un percance. Cuentan los vecinos que los jóvenes que lo hacen no son del barrio; éstos son más prudentes cuando circulan por allí.

Los vecinos de la calle Pablo Neruda, a la altura de la rotonda de Las Grullas, en las casas con los números 18 y 20, en la madrugada del sábado se despertaban sobresaltados cuando escucharon el estruendo de un coche que se incrustaba en dos de las casas del barrio. El coche, un Citröen Xsara, que al parecer iba a gran velocidad, al tomar la rotonda perdió el control y fue a parar contra dos viviendas, derribando las paredes del porche.

Sus ocupantes eran un joven y su novia que del impacto perdió el conocimiento por unos instantes. La familia de Natividad no es el primer suceso parecido que sufre, pues ya en el mes de marzo otro coche perdió el control debido al pavimento mojado y fue a parar contra su vivienda, llevándose por delante una farola que aún no han reparado. Unas horas antes un peatón, J. P. M., de 58 años, era arrollado por un coche cuando cruzaba un paso de peatones. Según su hija, Mari Carmen Piñero, su padre es muy prudente. Afortunadamente fue dado de alta ayer.