Rosario Galván es una investigadora pacense formada en la Universidad de Extremadura --en Biológicas--, en la Complutense de Madrid y la Politécnica de Valencia --cursos de postgrado en Ciencias Ambientales y Ordenación del Territorio--. Tras un periodo de trabajo en España, ha dedicado 10 años a labores de investigación y de comunicación y ha cambiado varias veces de ocupación siguiendo su "vena aventurera", que la ha llevado a viajar por tres continentes. Ahora termina su tesis en España y una maestría en Ciencias Sociales en EEUU.

Así, dice que "tenía mucho que procesar, estudios y una experiencia vital de los últimos tres años trabajando para una consultora internacional", en la división latinoamericana de The Louis Berger Group, de ingeniería de desarrollo, con sede en Panamá, y viajando a Honduras, República Dominicana, Nicaragua y Guatemala.

En Guatemala llevó un proyecto de evaluación de una planta de tratamiento de agua potable. Su labor, como tantas veces, la llevó a tender puentes entre disciplinas ambientales y sociales teniendo en cuenta la cultura local. Su experiencia le ha demostrado que "no se puede hacer cooperación sin contar con los receptores, sin conocer y respetar su entorno y su dignidad".

En República Dominicana llevó un proyecto para la Unión Europea sobre descentralización del saneamiento en 16 barrios marginales de Santo Domingo. En Honduras uno de turismo sostenible, y "ahí entré de nuevo en relación con comunidades que tenían aspectos complejos como el étnico".

Esa vena aventurera llevó a Rosario Galván de trabajos cinegéticos para el Icona a la cooperación internacional en 17 países de Centroeuropa, Asia y Latinoamérica en una "búsqueda personal", pues "necesitaba más independencia para expresar lo que veo". Se cuestionó si debía seguir y optó por "una vocación con riesgos asumidos". Ello la llevó a trabajar para una empresa con la que recorrió países como Bielorrusia, Mongolia, Uruguay, Colombia; "resolvía problemas de negociaciones, de comunicación intercultural y asuntos financieros, a veces sobre la marcha".

Su último proyecto fue con el pueblo emberá-wuonnan , en una comarca declarada territorio indígena, en Panamá, sobre asistencia técnica al congreso de esa comunidad para un plan de ordenación territorial.