El Coro Ad Libitum de Mérida, formado por una treintena de miembros, junto con bailarinas de la Escuela de Danza Isadora y otros colaboradores, subirán al escenario del Teatro López de Ayala de Badajoz a casi medio centenar de personas para representar la zarzuela Agua, azucarillos y aguardiente , de Federico Chueca y Miguel Ramos Carrión, el próximo viernes, 9 de abril, a las nueve de la noche.

"Después del éxito obtenido y de haber llenado la Sala Trajano, en Mérida, y el Teatro Municipal de Montijo, nos hemos atrevido a venir a este gran teatro de Badajoz", explicó Marta García, directora de la formación coral, que presentó la obra acompañada por los intérpretes María Teresa Palma y José Antonio Paredes.

Ad Libitum es un coro amateur que llegó a la zarzuela a través de sus partes corales, "pero enseguida se sintieron todos atraídos por la obra", según la directora, quien ha contado con la ayuda de dos profesionales como José María Galavís y Miguel Méndez, así como con la colaboración Fabiola Gutiérrez, de la academia Isadora, para el baile.

La coreografía, el decorado, el diseño de la escena, "minimalista", según Marta García, ha sido obra del propio grupo, que comenzó a trabajar en el montaje en abril del año pasado y lo estrenaron en Mérida en noviembre. Hasta entonces, el coro se ceñía a la música medieval, del Renacimiento y hasta el siglo XVIII, también música contemporánea, pero al conocer la zarzuela, les gustó "y nos quedó muy digno". Consta de un solo acto y dos cuadrados ambientados en el Madrid del XIX.