En las Cuestas de Orinaza viven en estos momentos en casas prefabricadas 33 familias, de las que 29 son del propio barrio, que todavía no han sido realojadas y 4 vivían bajo el puente de la Universidad en condiciones infrahumanas. El consejero de Vivienda, Urbanismo y Transporte, Javier Corominas, aseguró ayer que esta barriada marginal desaparecerá totalmente en un año o poco más. De momento, Corominas anunció que serán recogidos todos los escombros del barrio y el espacio se replantará de arboleda y se habilitarán espacios deportivos. En un futuro, el consejero confía en que sea una zona residencial.

Corominas visitó ayer las casas prefabricadas. El consejero destacó que la situación de estas 29 familias es provisional, hasta que se construyan más viviendas sociales en Badajoz y al mismo tiempo el ayuntamiento realice programas de integración que respondan al estudio que hizo la Junta, en coordinación con la parroquia, que permitió seleccionar a las familias con mayor capacidad de integración.

ORIGEN

La operación de realojo de las Cuestas de Orinaza se inició a principios de los 90, cuando la Junta y el ayuntamiento acordaron destinar un cupo del 20% de las viviendas sociales que se fuesen entregando en nuevas promociones, pero con este sistema no había viviendas programadas suficientes. A raíz de la riada se adoptó el procedimiento utilizado en el proceso de realojo del Cerro de Reyes y se realizó un estudio de campo de las familias de las Cuestas. Con esta información se ha procedido a realojar con un objetivo social y en la barriada quedan las familias que, poco a poco, como ha ocurrido en la barriada de La Paz en Mérida, se irán trasladando a medida que demuestren que son capaces de integrarse en otros barrios. Corominas no se atrevió a fijar un plazo. "Lo tienen que determinar las propias familias, cuando estén preparadas para vivir en comunidad". Con este proceder Corominas cree que se consigue que no sólo las familias se integren y que no se las obligue "a algo que es cómodo para la sociedad, que la gente pague dos alquileres, uno económico y otro social".

El consejero defendió que hubiera sido más fácil hacer desaparecer definitivamente las Cuestas de Orinaza "pero aunque sería políticamente correcto, es socialmente incorrecto". Según Corominas, este procedimiento se utiliza en la comunidad de Madrid, de donde proceden las viviendas prefabricadas, las mismas que se emplearon tras la riada.

Respecto a la situación en que van a vivir estas familias en las casas prefabricadas, a pocos metros de un barrio derruido y abandonado, el consejero señaló que ha habido una confusión en cuanto a la falta de electricidad, porque "parece ser" que las viviendas que tenían problemas era las del Gurugú, pero las de las Cuestas están en proceso de enganche. Sin embargo, no van a tener de momento agua corriente, porque la Junta no ha resuelto los trámites burocráticos que exige el ayuntamiento. "Otras administraciones, como la Comunidad de Madrid, ha puesto menos pegas", dijo.