La ciudad de Badajoz se viste de fiesta por el reconocimiento oficial de la piedad popular a Nuestra Señora de la Soledad, especialmente por sus devotos. A lo largo de cuatro centurias el pueblo la tiene como su patrona. Se suma a otras advocaciones de la Santísima Virgen coronadas canónicamente en la diócesis pacense, como fueron Nuestra Señora de los Remedios, Fregenal de la Sierra, 1906; Ntra. Sra. de la Consolación, Montánchez, 1950; Ntra. Sra. de la Coronada, Villafranca de los Barros, 1951; Ntra. Sra. de Piedraescrita, Campanario,1955; Ntra. Sra. de Belén, Cabeza del Buey, 1965; Ntra. Sra. de la Granada, Llerena, 1966; Ntra. Sra. de las Nieves, La Zarza, 1966; Ntra. Sra. de la Estrella, Los Santos de Maimona, 1994; Ntra. Sra. de la Piedad, Almendralejo, 2007;

Origen de la devoción

No hemos de buscar tradiciones o leyendas en torno a la Imagen sagrada. Datos históricos prueban que arranca de unos hombres, fervorosos católicos que se hallaban en Badajoz, cuyo protagonista fue D. Francisco Tutavila y de Tufo, Duque de San Germán y Capitán General de la plaza militar. Llega a Badajoz 1649 como Gobernador General de las armas del Ejercito y provincia de Extremadura hasta el 26 de abril de 1664 que el Rey Felipe IV le nombra virrey y capitán general de Navarra.

Concretamente en 1660, reunió en su palacio a algunos caballeros, militares y políticos, quienes deciden encargar la imagen de la Soledad a Barcelona. Pero al no encontrar al imaginero deseado, recurren a Nápoles. En seguida, por las Constituciones sabemos: "Se consiguió muy pronto la construcción de casa y Hermita dentro de sus muros de que se dio la más verdadera afectuosa y cordial posesión a su Dueña legítima la Santísima Virgen de la Soledad que no devió llamarse tal desde aquel momento por la asistencia y continúa Corte que hacen sus tiernos devotos" .

Se forma la Hermandad, cuando el 1 de abril de 1664 los promotores hacen la petición canónica al Obispo diocesano D. Jerónimo Rodríguez de Valderas según certifica el notario D. Luís Sánchez de los Reyes. Redactan las Constituciones fundacionales, aprobándose el día 3 del mismo mes y año.

La devota Imagen fue colocada en el convento de San Onofre de las monjas jerónimas --en la confluencia actual de las calles del General Menacho y Juan Carlos I. Rey-- hasta que se construye su Iglesia propia el año 1670.

El 9 de julio de 1664 la nueva Cofradía pretende comprar unas casas al cabildo de los canónigos, quien reunido bajo la presidencia del Deán y canónigo el Dr. D. Juan Ramos de Lorenzana en donde "leyose petición de Antonio López, mercader, mayordomo y tesorero de la Cofradía de nuestra señora de la soledad diciendo que para colocar la Imagen en la Iglesia propia-- ha de comprarle unas casas en la plazuela de D. Pedro de Fonseca que hacen esquina a la calle de Gonzalo de Hoces" . Se encomienda la gestión al canónigo doctoral el Lic. Francisco Cruzado con el fin de que vea las escrituras de censos y acordar lo que convenga. Pronto se hizo la gestión, ya que el 29 de agosto del mismo año el cabildo catedral da "licencia para la venta de una casa a la Cofradía de la Soledad" (Archivo Capitular de Badajoz. Libro de Actas Capitulares Años 1660-1664. Caja 12, fol. 308, 319).

Comienzan las obras pero los recursos pronto se terminaron. Lo cofrades recurren al Cabildo Catedral el 12 de marco de 1665 "Leyose petición de los esclavos de Nuestra Señora de la Soledad diciendo que la fábrica de la ermita ha cesado por falta de medios y para ayudar a Ella piden limosna. Acordó SS el Cabildo que se le den veinte ducados". (A. C. B. Libro de Actas Capitulares Años 1665-1669. Caja 12, fol. 11, recto y vuelto).

De nuevo se recurre al Cabildo y "Su Ilma Sr. Obispo acordó en orden a que se le de lo que fuere necesario para formar un retablo para poner a Nuestra Señora. Acordó SS. que se le de todo lo que fuera menester para formar dicho retablo y altar y que el Dr. D. Juan Solano se sirva de asistir al entrego de lo que fuere menester para dicho altar" (A. C. B. Libro de Actas Capitulares Años 1665-1669. Caja 12, fol. s/n)

En la Guerra contra los franceses durante el último Sitio de la Ciudad en el 1812, cayó una bomba en la ermita. A pesar de las obras realizadas, se resentía los cimientos. Por tanto, se construye el 1930 la actual ermita, obra de Marín Corral Aguirre, inaugurándose el 7 de julio de 1935. La Capilla Mayor es de gran belleza, decorada en estilo neobizantino y réplica del salón del trono de Luís "el loco" de Baviera.

Desde los humildes inicios hasta la ostentosidad actual siempre fue a expensas de sus devotos sin que por ello hiriera la sensibilidad de los pobres, siendo una devoción popular, tanto por vecinos como foráneos. Lógicamente ha llevado al Sr. Arzobispo D. Santiago García Aracil a conceder la coronación canónica.

El Rito de la Coronación

'El Ordo coronandi imaginem Beatae Mariae Virginis', promulgado el 25 de marzo de 1981 en sus "prenotanda" nos sitúan en las dimensiones eclesiales del evento religioso.

La Iglesia no ha dudado en afirmar repetidamente la legitimidad del culto tributado a las imágenes de Cristo, de su Madre y de los santos y con frecuencia ha adoctrinado a los fieles sobre el significado de este culto. Hecho que data ya de los tiempos del Concilio de Efeso (del año 431), lo mismo en Oriente como en Occidente. Los artistas cristianos han sabido plasmarlo en las artes plásticas.

La costumbre de coronar las imágenes de santa María Virgen fue propagada en Occidente por los fieles sobre todo desde finales del siglo XVI hasta que en el s. XIX fue incorporada a la liturgia romana.

Con este rito reafirma la Iglesia que Santa María Virgen con razón es tenida e invocada como Reina, ya que es: Hija de Dios Padre, Madre del Hijo de Dios y Rey mesiánico y Esposa del Espíritu Santo.

El Ministro del rito ha de ser oficiado por el Obispo diocesano; si él no pudiera personalmente, lo encomendará a otro Obispo, o a un presbítero, con preferencia a alguno que haya sido activo colaborador suyo en la cura pastoral de los fieles en cuya iglesia se venera la imagen que va a ser coronada.

El día elegido es el 8 de junio de año 2013, coincidiendo con la fiesta del Inmaculado Corazón de María. La celebración será presidida por los obispos extremeños de Plasencia y Coria-Cáceres, con ausencia del Sr. Arzobispo por motivos de salud.