Este año, debido a las limitaciones de la crisis sanitaria, no podían acercarse a ningún centro de mayores a animarlos con villancicos y actuaciones, como hicieron las Navidades pasadas. Pero las estrellas se alinearon para que saliese adelante una iniciativa que ha provocado una correspondencia de emociones. Los alumnos del colegio Santa Engracia de Badajoz han enviado cartas a los mayores de la residencia Puente Real II, que a su vez les han devuelto mensajes de agradecimiento a través de fotografías y vídeos que han conseguido conmover a toda la comunidad educativa.

Todo surgió con el proyecto Pasaporte Emocional, en el que a través de cuentos los alumnos aprenden emociones. La del primer trimestre es la resiliencia, «que es muy difícil de explicar a los niños», cuenta la profesora Silvia Herrera. Se les ocurrió escribir a los mayores de una residencia para transmitirles apoyo y ánimos, «diciéndoles que sean fuertes, que dentro de poco van a poder abrazar a sus familiares». Las escribieron y el escultor José Manuel Gamero Gil (que está en el colegio con el proyecto Muse de pedagogía artística) las trasladó a la residencia Puente Real II, donde estuvieron «en cuarentena» antes de repartirlas. Nunca calcularon en el colegio que podría resultar tan emotivo. Los mayores se hicieron fotos y vídeos con las cartas en las manos agradeciendo el gesto y se proyectaron en la pantalla digital del colegio para que los niños los viesen. «Les decían unas cosas preciosas», relata Silvia. «Acabamos todos con un nudo en la garganta». Además, los niños identificaban sus cartas en las imágenes y no podían evitar sentirse orgullosos. «Fue muy bonito, de algo tan sencillo, ellos se emocionaron y nosotros igual». Niños de todos los cursos participaron y escribieron casi 40 cartas en clase, que introdujeron en sobres de colores que el colegio les facilitó. Unos pusieron frases y otros dibujos, todos relacionados con la resiliencia y el cuento ‘Eneas y la destrucción de Troya’, en el que se basa. Los alumnos no sabían quién recibiría sus cartas, pero les habían explicado la situación en la que están los residentes y que necesitan ánimos. Tal ha sido el resultado, que van a mantener el vínculo creado con los mayores «porque hemos visto que les ha encantado, a ellos y a nosotros».