Juanma Rodríguez Romero es un pacense de 27 años con formación en diseño gráfico, sector en el que trabajó durante dos años en un par de empresas, hasta que decidió poner en práctica la idea rumió desde seis años atrás: crear una empresa de mensajería en bicicleta, sin humos y solidaria, que le permitiera desarrollar lo que para él es una forma de vida. "Me puse las pilas y abrí SMS (Servicio de Mensajería Sin humos)", explica a este diario.

Hace algo más de un mes que funciona desde un local que tiene en San Andrés, "más como almacén que como oficina", pues atiende al público a través del teléfono móvil y por internet desde su página web.

SMS da sus primeros pasos presentándose a las empresas y a particulares, a quienes ofrece servicios de mensajería personal, empresarial, de recados "para cualquier persona que necesite un kilo de tomates y no pueda ir a comprar ella misma, porque sea mayor, o porque tenga dificultades para moverse", y otro de publicidad, con carteles en forma piramidal arrastrados sobre un carrito.

Una idea de este joven emprendedor es crear unos bonos a precios especiales para dar servicio a personas mayores, discapacitadas, inmigrantes y colectivos de desfavorecidos, "como una forma de solidaridad en tiempos de crisis". Además, ya ha contactado con varios jóvenes para atender los diferentes servicios que ofrece su empresa, y ha adquirido cuatro bicicletas.

Una de las bicis es eléctrica de pedaleo asistido, con marchas. Con una tecnología que consiste en un motor y una batería que le permite tener una asistencia sin que sea el motor el que impulse el vehículo, pero facilita su movimiento.

También ha adquirido dos "del tipo Foxi, que son toda una cultura de la bicicleta urbana, ausente hasta ahora en Badajoz, pero que funciona en otras ciudades". Según explica, se trata "de bicicletas en estado puro, de piñón fijo y único, que te permite dejar de pedalear". La cuarta es de montaña.

Juanma Rodríguez muestra una "confianza total" en su proyecto, de cuyo origen cuenta que "yo quería, de siempre, hacer algo así como un centro social para personas necesitadas, en el que se pudiera enseñar y aprender, compartir experiencias, y hablando con José María Núñez, de la Fundación Triángulo, surgió esta idea y me animó".

Entonces se informó, viajó, conoció servicios de mensajería en bicicleta en otros puntos de España y vio "que era muy bonito, muy duro, pero me gustó". Basado en un proyecto de economía participativa, contó con el asesoramiento y la ayuda del Gabinete de Iniciativa Joven. Ya sobre el terreno, las mayores dificultades las encuentra en lo complicado del tráfico en Badajoz y la escasez de rutas por carril bici.