El cruce de la BA-20 con la avenida Antonio Cuéllar Gragera se reabrirá el lunes, tras reforzarse las medidas de seguridad que, según informó ayer la concejala de Policía Local, María José Solana, incluyen la instalación de un fotorrojo (radares de semáforo que detectan si no se respeta el disco en rojo). Además, anunció que los agentes de la policía local llevarán a cabo controles periódicos y también de forma permanente con el radar móvil en esta intersección.

El cruce se cerró la tarde del pasado sábado después de que se produjesen dos accidentes con heridos en este punto. Solana señaló que en ambos casos los siniestros se debieron a una «muy excesiva velocidad» y que los dos conductores se saltaron el semáforo en rojo, según recogen los atestados policiales. «Eso es lo que hace que alguien se lleve por delante dos semáforos y el coche se desplace 30 metros» y no que hubiera «déficit» de seguridad, expuso.

En este sentido, la concejala defendió que el cruce «está perfectamente diseñado» y que el estándar de seguridad es «absolutamente correcto», pero a pesar de ello se han decidido reforzar las medidas pintando las líneas de dirección, los pasos de cebra, colocando bandas reductoras y reajustando los semáforos. Incluso se han podado los pequeños setos de la mediana para eliminar cualquier problema de visibilidad cuando «realmente no era ni necesario», apuntó Solana.

La responsable de la Policía Local aseguró que, si no el más seguro, el nuevo cruce de la BA-20 con Antonio Cuéllar Gragera es ahora, tras las medidas adoptadas, «uno de los más seguros» de la capital pacense, por lo que llamó a la responsabilidad de los conductores para que respeten las normas de tráfico y evitar así que se produzcan accidentes.