Voluntarios de Cruz Roja repartieron ayer por la noche entre personas sin hogar de la ciudad una cena compuesta por caldo, estofado de carne, café y uvas con el objetivo de que su situación no impida que puedan disfrutar de un menú especial en este fin de año. La oenegé tenía previsto llevar comida a unas 80 personas.

Esta iniciativa la llevan a cabo los voluntarios de Cruz Roja que desde hace más de 5 años pusieron en marcha una unidad de atención social que inicialmente estaba dirigida a prestar ayuda y apoyo a una veintena de mujeres que ejercían la prostitución en la calle. En febrero pasado, detectaron que había otras personas que vivían en la calle y que carecían de cualquier tipo de recursos, por ello decidieron extender este servicio. No solo se trata de darles comida y ropa, sino que también los acompañan y los orientan sobre los recursos disponibles para solucionar sus problemas (alojamiento, trabajo, tratamiento de patologías...).

Desde primeros de diciembre, el grupo de voluntarios ha querido que las personas sin hogar también puedan celebrar de una forma especial la Navidad. Por ello, a la atención habitual han sumado el reparto de lotes de productos navideños y esta cena de Nochevieja. Estas acciones ha sido posible gracias a los fondos recaudados con la fiesta de la Banderita, que se recuperó hace unos días tras 5 años.