El extesorero y exsenador del PP Luis Bárcenas, tristemente conocido por su relación con presuntos delitos de corrupción --por habérsele encontrado 22 millones de euros en cuentas de paraísos fiscales, por las noticias sobre la existencia de supuestos pagos en dinero negro a cargos del partido--, y que hoy tiene a todos los medios nacionales pendientes de su comparecencia en los juzgados, vivió los años de su adolescencia en Badajoz.

Hay muchas personas que lo recuerdan, de muy distintos ámbitos, bien porque conocieron a su familia, bien porque compartieron con él pupitre o clase en el Instituto Zurbarán, donde cursó el Bachillerato, u otras actividades de ocio. Sobre todo deportivas, pues a pesar de que se le recuerda "algo patoso en gimnasia", fue un activo miembro del Club de Montañismo de la Organización Juvenil Española (OJE), entre otras facetas. No obstante, casi todos ellos prefieren mantenerse en el anonimato.

Nacido en la localidad de Calañas, en la provincia de Huelva, en el año 1957, Luis Bárcenas recaló en Badajoz con 13 o 14 años, cuando se trasladó su familia, "muy numerosa, de 10 o 12 hermanos", por motivos de trabajo del padre como empleado de banca, llegando a ser director de una oficina del Banco Central y de la Coca Cola. Estando ya en Badajoz, tomó relación personal y comercial con el empresario Angel Sanchís, que entonces regentaba un negocio de gasolineras en la provincia, y una empresa de fumigaciones llamada Felina, que tenía su sede en la carretera de Olivenza, en Badajoz.

Sanchís, que luego fue tesorero de Alianza Popular, fue condenado en aquellos años por fraude y fue conocido años más tarde por su implicación en el caso Naseiro. Pasado el tiempo, recuerdan algunos de sus compañeros, facilitó la entrada de Luis Bárcenas en el partido, estando ya éste en Madrid y habiéndose licenciado en Ciencias Empresariales.

La estancia de Bárcenas en la capital pacense se prolongó "durante seis o siete años", según Manolo Merino, un compañero de instituto, propietario del Bar El Jamón del Deportivo. "Era muy independiente y solía ir a lo suyo; no era muy popular ni muy comunicativo y era rellenito, lo que hacía que algunos se metieran con él".

Merino recuerda que "sin embargo, un profesor de Ciencias Naturales lo sacó un día y lo puso como ejemplo de esfuerzo,nte la clase, alguien que con fuerza de voluntad que era capaz de hacer escalada y subir montañas". "El iba a lo suyo, se ponía una meta, cogía el camino y pun, pun pun...", cuenta otro antiguo compañero que compartió algunas vivencias. "Era un tipo grandote, fuerte, y que se comía el chocolate de los demás cuando iban de excursión al monte".

Otras personas que llegaron a compartir con él salidas a la montaña recuerdan su "fuerza voluntad a la hora de alcanzar una meta", y que "siempre lograba lo que se proponía". Señalan, además, que era "alguien muy decidido y muy determinado en lo que se planteaba, tenía mucha fuerza voluntad".

Luis Bárcenas trabajó durante algunos veranos en la fábrica de Coca Cola en Badajoz, de la que fue director padre, "para tener dinero propio, incluso cuando ya estaba en Madrid estudiando y viviendo con su familia, vino algunos años para trabajar esos meses, además, a veces, en contra de la opinión de su padre", recuerdan.

Como montañero, además de excursiones a los montes de la región de España, Bárcenas subió al Mont Blanc y estuvo en Laponia, entre otras salidas de importancia con montañeros de Badajoz.