El teniente Rubén Durán, el brigada Juan Luis Corchado y el cabo primero Eduardo Muñoz son veteranos de la misión de paz de Naciones Unidas en Líbano y se muestran animosos con su vuelta al país de Oriente Próximo, en el que tienen buenos amigos. Con ellos marcha la sargento Rocío López Schumann, que parece ansiosa por iniciar la que será su primera misión en el exterior. Los cuatro se han reunido con este diario para contar sus experiencias y cómo afrontan la próxima ausencia de sus hogares por un periodo de casi cinco meses, elecciones y Navidad incluidas.

La Brigada Internacional 'Libre Hidalgo XV' la forman 1.004 militares, de los que 650 proceden de la Base de Bótoa; el resto, de otras unidades de España que se incorporan en función de sus especialidades. Algo más del 5% son mujeres y un porcentaje similar extranjeros. Esta será la tercera misión de la Brigada 'Extremadura XI' en Líbano y la décima en el exterior.

Todos han estado preparándose en Bótoa desde enero para la misión --que durará cuatro meses y tres semanas, a partir del 22 de septiembre-- en el país de Oriente Próximo, y partirán hacia Líbano en cuatro vuelos desde Sevilla entre los día 17 y 24. El día 22 viajará el jefe de la agrupación, el general Díaz de Otazu, para tomar el mando y concluir el relevo de la Brigada Guadarrama, de Madrid.

Rubén, Juan Luis, Eduardo y Rocío muestran un buen estado de ánimo ante la misión; los tres primeros porque conocen el terreno y la cuarta por la ilusión que le hace salir por primera vez a tierras lejanas.

"Cada misión es distinta"

Para Ruben, "cada misión es distinta y en todas se aprende, en lo personal y en lo profesional". Reconoce que es duro alejarse de la familia casi cinco meses; todos lo dicen, pero al final son conscientes de que es su trabajo, "que estás bien preparados para realizarlo y lo asumes".

Juan Luis señala que "la primera vez que sales no sabes adónde vas y se te hace un mundo, luego vas porque es para los que nos preparan y es un modo de poner en práctica lo que has aprendido".

"Como experiencia militar me gusta porque aprendes cosas de otras partes del mundo y con lo que aprendes puedes corregir errores. La primera vez ves un país hundido, la segunda ves casas y más comercio y gente que se ha casado, y ahora espero ver a amigos con hijos", explica Eduardo. Mientras, Rocío apenas puede ocultar su emoción ante lo que vive "como una oportunidad muy interesante de conocer esa zona, ver cómo vive allí la gente".

Todos coinciden en que la preparación ha sido y es exhaustiva en lo físico, en lo técnico, en los diferentes campos en que cada uno realizará su labor y también en lo psicológico, un aspecto que han trabajado de forma especial y que ellos asocian al carácter español, "porque donde van los soldados españoles hacen buenos amigos", según Juan Luis.

Las uvas por internet

Los cuatro tendrán votar por correo y pasarán la Navidad lejos de sus familias, pero desdramatizan la situación. Rubén reconoce que "es un tiempo sensible y más duro por la familia, pero el día a día allí también es una alegría celebrarlo con los compañeros". El responsable de comunicaciones, el comandante Leal, fue explícito al explicar que "cuando sales a una misión en el exterior, no te vas por las bravas, lo consensúas con la familia en casa".

Rubén cuenta que en su anterior misión "gravé las campanadas en un MP3 y tomamos las uvas aun de guardia escuchándolas por el 'walkie'. Para José Luis, "el mayor peso recae en la familia, que se queda aquí, porque allí tú haces tu trabajo y ya está". Y recuerda cómo han cambiado las comunicaciones desde su primera misión, en Bosnia, "antes con colas en caninas para llamar y ahora por móvil, gratis; y está internet. Yo tomé las uvas con mi mujer por internet".

Conflictos en la zona

En cuanto al conflicto en Líbano y otros países de la zona, Rubén señala que "la experiencia te hace vivir ese estado de calma tensa con naturalidad". Todos dicen ser conscientes de lo que ocurre en el país, en Siria, entre palestinos e israelíes y que puede afectar a la zona. También que prestan atención a las noticias sobre esos países, pero los veteranos se tranquilizan: "hemos estado allí y conocemos el problema libanés". Y destacan "el buen material" que utiliza la agrupación a la hora de realizar sus misiones fuera de España.

Rubén, Juan Luis y Eduardo cuentan cómo actúa el Ejército español en la zona y cómo se ha granjeado el respeto y el afecto de los libaneses, "por muchas cosas, por el contacto con la sociedad civil, por hacer un aulario, hacer infraestructuras o dar clases en español con el Programa Cervantes, con 30 profesores". Rocío espera poder realizar labores de ayudante en ese programa, "porque mi capitán me contó que ella dio clases y aprendió mucho de los libaneses".

Uno de ellos, cuando se les plantea la cuestión de la seguridad, responde: "Como dice mi general, lo primero es la misión, y volver todos a casa".