El concurso de Murgas subió el jueves el nivel de una manera asombrosa. La noche dejó tantas risas como ácidas críticas, tantos aplausos como incógnitas despejadas. Y todo ello para bien. Las voces de La Galera encandilaron al López, que vibró con la ácida crítica de Las Chimixurris y se soltó con los cubanos de Los Chungos. Incluso el único debutante, los Trotamundos, no pareció tan debutante. Así, las noches resultan más llevaderas.

Abrió la cuarta sesión de preliminares la murga La Galera. Con un ligero acento inglés en la presentación, ataviadas con un traje azul y con bonitas voces, las agentes soplonas tardaron poco en levantar al gallinero. Muy bonito resultó su primer pasodoble a la violencia de género. "Déjame ver lo que escribes en el móvil", empezaron a cantar, para después definir el paso de príncipe a ogro. El contagioso estribillo tras los cuplés logró la correspondencia del respetable. Y en el popurrí no dejaron títere con cabeza: no se salvaron ni Rossí, ni Jordi Pujol, ni Urdangarín.

Fue entonces el turno de Los Chalaos y su homenaje al último rey musulmán de la ciudad. En el popurrí aludieron, por vez primera en lo que va de concurso, al derribo del Cubo de Biblioteconomía. El Badajoz tuvo su hueco en el sentido segundo pasodoble (tomen nota directivos). "¡Mi Badajoz no se muere!", pregonaron. En el popurrí dejaron de lado el tipo para cantarle al carnaval, pero lo volvieron a recuperar para despedirse: "febrero me hizo renacer", glosaron.

Antes del descanso le tocó a Trotamundos. Sorprendió la escasez de componentes (sólo cantaba media docena) de esta murga que debutó ayer y que basó su repertorio, y su tipo, en la problemática de los jóvenes que abandonan el país para buscar trabajo en el extranjero. Lo más destacado de su actuación fue el segundo pasodoble. Sin resultar brillante, arrojó un buen mensaje que todavía nadie había tocado: la programación televisiva actual es una indecencia.

Cogieron el testigo los 'Mamarrachos' de la murga Yo No Salgo, que impusieron un ritmo frenético en su comparecencia en el López. En su primer pasodoble se cebaron con la labor municipal en asuntos carnavaleros. "Parecéis los salvadores del carnaval" o "que se entere el ayuntamiento de quiénes hacen grande esta fiesta" fueron algunas de las lindezas que arrojaron, con varios miembros de la corporación presentes en la sala. Su segundo cuplé, dedicado al jurado, produjo risas instantáneas en todo el auditorio.

Tras ellos, subieran a las tablas Las Chimixurris, con tipo de bandoleras y repartiendo palos a diestro y siniestro. Su repertorio fue el más mordaz de todos los vistos en los cuatro días de preliminares. Destacó el popurrí, genial y ocurrente de principio a fin. Criticaron a Fragoso por los 97.000 euros del carril bici, a Vara por no cumplir sus promesas en sus seis primeros meses de gobierno, a Artur Mas por su labor en Cataluña... Y también cantaron a la ciudad y "a sus atardeceres cuando llega el mes de abril". Darán que hablar.

Clausuró esta cuarta sesión la murga Los Chungos, o cómo sacarle punta a un tipo hasta la saciedad, y encima hacerlo muy bien. Una guinda final a la noche que resultó apoteósica. Imitaban al gogó cubano de la caseta ferial El Quinto Pino, que encima se encontraba por allí. Le cantaron al tipo en su primer pasodoble, al escándalo de corrupción en la Fifa en el segundo, y a la situación política en los cuplés. "Gobierne quien gobierne, que no me quiten la tarjeta de residencia", rogaron. Estos cubanos, que aliñan sus mojitos con camalote, lograron una conexión magistral con el graderío. Apuntan alto.