La Audiencia de Badajoz dejó visto para sentencia el juicio contra José Antonio S. A. por un tiroteo ocurrido el 13 de junio del 2004 en Suerte de Saavedra. El acusado amenazó a un niña, a varios miembros más de la misma familia e hirió a otras dos personas: a José María S. S., de 26 años, y a Filomena P. V., que paseaba con su hijo de 8 años.

El acusado vio reducida la pena solicitada por el fiscal y la acusación particular, de 12 y 16 años, respectivamente, a 4 en un centro de desintoxicación. La rebaja se produjo después de que José Antonio S. A. aceptara haber cometido los delitos imputados y de que el fiscal aplicara la eximente incompleta de drogadicción y trastornos psicológicos.

El fiscal le acusaba de lesiones, amenazas, concurso para delitos de lesiones y tenencia ilícita de armas, por los que solicitaba 10 años y 11 meses, que asumía la defensa, mientras que la acusación particular cambiaba lesiones por homicidio intentado y pedía 16 años de prisión.

Finalmente, el fiscal mantuvo tres delitos y asumió el de tentativa de homicidio, si bien, al contemplar la eximente incompleta, rebajó la pena dos grados, quedando en 4 meses las amenazas, 1 año y 2 meses el concurso para lesiones, 2 años por el homicidio intentado y 6 meses por tenencia de armas.

RECONOCIMIENTO Durante la vista, el acusado reconoció haber amenazado a la niña y otros familiares y los disparos con un arma del calibre 9 milímetros --que no ha aparecido--. A preguntas del fiscal dijo que se encontraba bajo la influencia de la enfermedad psiquiátrica que padece desde hace 20 años y la de haber consumido heroína, adicción que ha mantenido a lo largo de su vida adulta de forma interrumpida, pues logró dejarlo en varias ocasiones. Así, que dijo que se encontraba "alterado" cuando cometió los delitos. Cuando se le preguntó si estaba dispuesto a cumplir la condena en un centro de desintoxicación, el acusado respondió que sí, que quería curarse.

La pena, pendiente de que el tribunal dicte sentencia, contempla el pago de indemnizaciones por importe de 98.549 euros a sus víctimas y la prohibición de acercarse a menos de 500 menos de la familia a la que agredió durante 5 años. Cuando el presidente de la sala le preguntó al final del juicio si tenía algo que decir, el acusado dijo que para la reclusión "me manden a 500 kilómetros si quieren, pero no me echen de las Malvinas porque allí está mi madre".

Ya terminado el juicio, varias mujeres del grupo de familiares que habían ido al juicio, volvieron a la Audiencia a pedir ayuda porque, según afirmaron, José Antonio S. S. había pegado a una mujer, "no ha hecho más que salir y ya le ha pegado a una. ¿Y ahora qué hacemos?", preguntaban, sin que jueces ni abogados pudieran darle una respuesta.