Cuatro de los cinco detenidos en la operación ´Ariete´ contra el tráfico de drogas desarrollada por la Policía Nacional el pasado viernes en el casco antiguo se encuentran ya en prisión. Tal y como informó La Crónica, la policía detuvo a cinco personas y registró tres viviendas, dos en la calle Concepción Arenal y una en la calle Sepúlveda, donde incautaron más de 30.000 euros, dos pistolas preparadas para disparar, numerosas joyas y varias pantallas de televisión, así como otros aparatos audiovisuales.

Sin embargo, no pudieron coger por sorpresa a los moradores de estas casas, que tuvieron tiempo de arrojar por el inodoro las sustancias estupefacientes que podrían tener preparadas para su venta. Por ello, sólo incautaron 50 dosis de cocaína, así como numerosos efectos dedicados a la manipulación de drogas.

Los detenidos son J. M. M. V., de 35 años, y su esposa M. S. S., de 29, otros dos hombres, A. M. V. y D. B. C., de 37 y 35 años, respectivamente, y otra mujer, C. Z. S., de 30. Todos están en prisión, salvo una de las mujeres, madre de un bebé de corta edad.

Las investigaciones y los registros resultaron muy difíciles, según informó ayer la policía, debido a las extremas medidas de protección, tanto personales como de los domicilios, empleadas, presuntamente, para la venta de estupefacientes.

Además de la utilización de personas para vigilar las proximidades de estos domicilios, conocidos como aguadores , los agentes se encontraron con que los accesos a estas casas estaban fuertemente reforzados con medidas de extraordinaria fortaleza, inusuales en viviendas que no se dedican a esta actividad, "con el fin de impedir o ralentizar el acceso rápido e inesperado de los policías".

TRES PUERTAS En la casa de la calle Sepúlveda encontraron para entrar tres obstáculos: la puerta de la calle, después una verja de barrotes de hierro, y luego una puerta blindada con numerosos puntos de anclaje. Por ello, la entrada de los agentes no cogió por sorpresa a los moradores, que tuvieron tiempo de arrojar por el inodoro las sustancias, ya que los policías encontraron funcionando la recarga de agua de la cisternilla del cuarto de baño, abundante agua en el suelo y restos de recortes de bolsas de plástico, así como restos de sustancias estupefacientes esparcidas por la estancia.