Hoy actuarán las cinco últimas murgas semifinalistas. En el momento en que baje el telón por quinta vez consecutiva, comenzará la cuenta atrás para la final de este COMBA 2016. Sólo un puñado de agrupaciones lograrán pasar el corte y conquistar uno de los puestos finalistas. Esta noche, la pelota estará en el tejado del jurado.

Las Chimixurris

Las chicas de Las Chimixurris se han presentado este año ataviadas cual Robin Hood, aunque con unas vestimentas más sofisticadas, carnavaleras y con un punto romántico. Van de ladronas, pero no por avaricia sino para tratar de extender la justicia social. Ya en la presentación de su proyecto hacen una declaración de intenciones que no permite albergar dudas acerca de sus nobles objetivos. En su primer pasodoble, entonaron una oda a Badajoz, a su teatro noble, a sus calles y al carnaval y su público. El segundo lo destinaron a hacer una retrospectiva acerca de cómo ha cambiado el carnaval en los últimos años, y lo difícil que es ver por las calles y plazas a algunos comparseros antes del desfile del domingo. Los cuplés los centraron en bromear sobre el miedo irracional que a veces nos invade a los seres humanos y sobre la pillería que adorna a bastantes ciudadanos de nuestro país. Su popurrí estuvo cargado de temas. Entre otras, abordaron las polémicas del carril bici en Badajoz, de la alcaldesa de Madrid y los belenes, de la televisión basura, de las promesas electorales que incumplen los políticos, del independentismo catalán o del mundo rosa.

Los Chungos

Un año más, los Chungos volvieron a montar una fiesta sobre las tablas del López de Ayala. Van de animadores de discoteca. Pero no unos animadores cualesquiera, unos animadores cubanos que llevan el son en la sangre. Se pegan toda la actuación bailando y haciendo coreografías. Y, a la par, van entonando melodías con un marcado toque caribeño, y otras tantas de las que copan las listas de éxitos actuales. Su vestuario, como no podía ser de otro modo, está teñido con los colores de la bandera cubana. Y la escenografía ambienta su fiesta en la caseta 'El 5º Pino'. En sus pasodobles, que no buscan emocionar, sino divertir, animaron al público a sumarse a su fiesta y criticaron la corrupción en el fútbol, entre otras cosas. Los cuplés se los dedicaron al 'negro del Whatsapp' y a la investidura que aún no ha conseguido Rajoy. Su estribillo es rítmico, como toda su actuación. Pero, además de divertir, añade un chiste político con coreografía incluida. Su popurrí va en la línea de toda su actuación. En él se suceden las melodías bailongas, los chistes sobre temas locales y también de política y cotilleo nacional.

La Leyenda de la Nave de los Desertores

Todo el mundo estaba expectante antes de que saltaran a escena los miembros de La Leyenda de la Nave de los Desertores. Y lo cierto es que no defraudaron. Saltaron a las tablas disfrazados de piratas, con el descaro y la naturalidad que ya les adornaban cuando estaban en sus murgas de origen. En la presentación, hicieron un divertido casting para seleccionar a los miembros de la tripulación, se rieron y bromearon a propósito de la unión de parte de las dos murgas y criticaron a algunas grandes corporaciones empresariales. En el primer pasodoble, procuraron retratar a algunos de los piratas de nuestros días. Y, en el segundo, respondieron, con humor y sorna, a aquellos que les han criticado en los últimos meses. Los cuplés los reservaron para hablar de Rajoy y de la moda del running en Badajoz. Y el estribillo resultó conciso, fácil de recordar y con un buen punto final. Su popurrí estuvo muy centrado en el tipo. Además de guiarnos en un periplo por distintos archipiélagos, nos brindaron un duelo entre piratas con rotura de botellas y tiestos incluida.

Los Espantaperros

Los Espantaperros volvieron a presentarse sobre las tablas con un disfraz y una escenografía muy cuidados. Todo el espacio del escenario lo ocupaban un buen puñado de botellas gigantes de distintas marcas de bebidas alcohólicas. Los componentes de la murga encarnaban a los personajes que figuran en la etiqueta de esas bebidas. Y por si alguien, en algún momento, albergó dudas sobre los motivos de sus disfraces, los explicaron, con simpatía, a lo largo de la presentación y de otras partes de su repertorio. En su primer pasodoble, animaron a los jóvenes a que no inviertan su tiempo en ir a botellones y sí en luchar y trabajar por una sociedad mejor. El segundo fue un homenaje a la murga Marwan Chilliqui, que este año cumple 20 años consecutivos sobre las tablas. En los cuplés y estribillo bromearon a propósito de la moda 'hipster', aludieron a la excusa de que la culpa de la borrachera 'siempre es del hielo', y brindaron referencias a los murgueros y carnavaleros. Su popurrí estuvo centrado en el tipo, por lo que cantaron mucho sobre los bares y todo lo que gira en torno a ellos y a la bebida. También hicieron alusiones a la actualidad y entonaron un homenaje musical para las chicas murgueras.

La Caidita

La ronda de semifinales la cerrará la murga La Caidita, que regresó la semana pasada a las tablas, después de un receso en su trayectoria. Van de panaderos. La escenografía es la propia del tipo. Hay hornos de leña al fondo y una gran encimera, llena de instrumentos e ingredientes, en primer plano. En su primer pasodoble, establecieron una comparación entre el carnaval, la vida y la preparación del pan. En el segundo, se mostraron críticos con los políticos, a propósito de la disminución de las plantillas de maestros y el aumento de ordenadores, pizarras digitales y tabletas. En sus cuplés nos dieron cuenta de las peripecias del comercio electrónico y de las incongruencias de ciertos aficionados a la práctica del deporte. Su estribillo consigue adentrarse en el oído del público durante la primera escucha. En su popurrí desgranaron temas relacionados con el tipo y otros más cercanos a la actualidad. Y, en su despedida, no se olvidaron de su amigo y compañero murguero Pablo Julio, al que dedicaron una bonita referencia.