Las altas temperaturas de estos días han subido el tono más erótico de la actualidad política. Va a ser verdad que el clima afecta al comportamiento e, incluso, estado de salud de los humanos. Comenzó Iñigo Errejón, el niño enfadado de Podemos, diciendo que su formación política tenía que ser "menos sexy". Errejón, hijo, dicho así y en plena ola de calor, a todos nos hizo recordar los besos en la boca, los achuchones y las posturitas de tu líder. ¡Uff!

Y le siguió después la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Badajoz, Rosario Gómez de la Peña, más conocida como Charín, empeñada en que nos fijáramos en dos homosexuales desnudos fotografiados de espaldas. Ni se imagina la buena de Charín como ha subido las temperaturas de algunas conversaciones con la dichosa foto. Que si a mí no me gustan los hombres con pelos. Que si lo mejor de un tío es su culito. Mira esas correas son para practicar sado. ¡Uff!, ¡uff! Hasta la concejala se "encendió" cuando vio la imagen. Y ni corta ni perezosa la subió a la red social Facebook llamando "repugnantes, desagradables, repulsivos y asquerosos" a los dos gays desnudos que caminaban en un marcha en favor del orgullo gay. ¡Para qué queremos más! Con el calor que hace, una concejala del PP vomitando exabruptos contra el colectivo gay y con la falta de noticias que se producen en esta época. La tormenta perfecta. Claro que Charín debe rectificar. No por dar su opinión. Sino por olvidar que representa a todos los ciudadanos de Badajoz y que el colectivo gay aún sufre muchos problemas de falta de libertad y discriminación. Pero hasta ahí. No sea que con el calor nos carguemos también la libertad de expresión.

En política no vale todo. ¿O sí? Los palomos cojos de Celdrán llevaron a Badajoz a ser el centro del orgullo gay. ¿Quién sabe a donde nos llevarán los culos peludos de Charín?