El edificio de La Poterna, que será la sede del futuro Museo del Carnaval de Badajoz, ya está en obras. Los albañiles estaban procediendo ayer a lucir la bóveda de ladrillo visto, dentro de las medidas de adecuación previstas por la Consejería de Cultura.

El director general de Promoción Cultural, Francisco Pérez Urban, explicó a este diario que el edificio presentaba tres deficiencias que hay que resolver para convertirlo en un espacio museográfico de carácter público. La primera es de tipo funcional y consiste en que hay que abrir una puerta de emergencia que no existe en el local y sin la que estaría inhabilitado este edificio como lugar público y además obligaría a romper la circulación de los visitantes. Lo primero que hubo que resolver fue por tanto esta cuestión de seguridad y la puerta se abrirá bajando hasta el suelo una de las ventanas.

La segunda actuación, que ya anunció este diario, se refiere a la buena climatización, no sólo para que sea más acogedor para el público sino que la temperatura sea más adecuada para la conservación de los trajes y de la colección que se vaya a exponer.

DESPRENDIMIENTOS La tercera actuación, que se ha iniciado, tiene como objetivo resolver el problema de desprendimientos de las bóvedas, cuyo ladrillo se está pulverizando debido a la humedad. La consejería sabía que el origen era la humedad por capilaridad, es decir, viene desde abajo y es difícil resolverla. Se hizo un estudio para ver si había alguna alternativa, ya que la consideración con la que se acometió la rehabilitación fue dejar la bóveda con ladrillo visto, una opción que la consejería suele descartar y prefiere recubrir con un enfoscado. En este caso, se planteó la posibilidad de mantener a la vista el ladrillo pero como se ha comprobado que es inviable, se ha recurrido a la solución de enfoscarlo con cal, lo que permite sujetar el deterioro del ladrillo y al mismo tiempo resuelve los inconvenientes de que se acumule la humedad.

La dirección general resolvió con el ayuntamiento la disponibilidad de la Poterna, que se aprobó en la última reunión de la Junta de Gobierno Local y se le han pasado los proyectos. Al tratarse de un Bien de Interés Cultural (forma parte del recinto amurallado) estas actuaciones han tenido que pasar por la Comisión Provincial de Patrimonio, el pasado mes de noviembre. Pérez Urban confía en poder cumplir con el calendario previsto y que el museo abra sus puertas el próximo mes de febrero. El director general señaló que la producción va muy adelantada, así como la coordinación entre arquitectos y montadores.