La vuelta al cole se vivió ayer con ilusión por parte de muchos alumnos y con frustración por otros, como fue el caso de los del colegio De Gabriel, de la pedanía de Gévora, donde los niños no entraron su primer día a clase y acompañaron a sus padres a una protesta a las puertas del centro.

Esta situación contrastaba ayer con la de Las Vaguadas, donde después de varios meses de incertidumbre por el retraso de las obras se pudo estrenar el nuevo colegio, aunque como se había anunciado sólo abrió el aulario habilitado para acoger a seis unidades de Infantil y dos de Primaria. Mientras tanto Placonsa continúa los trabajos para terminar el resto del edificio.

El colegio de Gévora empezó el curso igual que terminó el anterior, con una movilización. El motivo continúa siendo el mismo: reivindican un colegio digno.

Cerca de 300 padres con sus hijos se concentraron con pancartas para exigir una solución definitiva para este centro, que se encuentra repartido en tres edificios, todos ellos antiguos y con unas infraestructuras deficientes.

Los niños tienen que cruzar la calle cada vez que tienen que realizar una actividad escolar, a lo que se suma la falta de espacio.

La asociación de madres y padres (ampa) denunció que se intenta paliar el problema con dos aulas de infantil que se están construyendo en el patio y que como la obra se inició en agosto aún no está terminada. "Hemos tenido que meter con calzador a los niños en los espacios que nos quedaban, mezclando a los de Infantil y a los de Primaria y dejándolos sin biblioteca y sin aula de informática", según explicó Ana Arriero, presidenta de la Ampa.

Tras la concentración, cerca de un centenar de padres se desplazaron a Badajoz para trasladar su malestar a la delegada provincial de Educación, Concepción Cajaraville, quien los recibió.

"No queremos más parches ni improvisaciones, queremos una solución definitiva, o que unifiquen todo el colegio con una obra integral o bien que nos hagan un colegio nuevo", dijo Ana Arriero.

RESPUESTA

Por su parte, la Consejería de Educación aseguró, a través de una nota, que entiende la indignación de los padres y anunció que "arbitrará medidas urgentes para buscar soluciones". Además, comunicó que la delegada provincial de Educación visitará hoy el centro a las 10.15 horas, acompañada de técnicos.

En Las Vaguadas las caras de los niños y sus padres al ver el colegio fueron de sorpresa. Su director, José Antonio Hernández, no podía disimular la satisfacción de verlo por fin funcionando "con la normalidad deseada".

"Los padres se han encontrado unas instalaciones bien terminadas y se han quedado tranquilos", según el director. Las obras que continúan al lado no interfieren en las clases ni ponen en peligro la seguridad de los niños, algo que preocupaba a los padres.

"Las instalaciones están mucho mejor de lo que esperábamos, y han cuidado mucho la seguridad", señaló Toñi Gilete, una de las madres, quien reconoció que "será un año de transición hasta que estén los patios y las pistas deportivas, pero hay que ser comprensivos".

Los que esperan en sus casas volver a clase son los alumnos del Enrique Iglesias, donde la obras de las cubiertas han retrasado hasta mañana el inicio del curso, lo que ha molestado a los padres, ya que tenían que estar terminadas.

Alrededor de 27.800 alumnos se han incorporado a las aulas en la capital pacense.