Es lisboeta y lleva tres años dedicada al mundo de la danza y el yoga dinámico en Badajoz. Ana Henriques Delgado es miembro del grupo Ziryab y regenta la Academia Maluf, nombre de una moaxaja tunecina, un ritmo andalusí, que también da nombre a la asociación cultural que dirige con su marido, Josué Carballo, fotógrafo madrileño. Su último espectáculo en público lo estrenó en el Centro de Ocio Contemporáneo de Badajoz.

En su escuela tiene un espacio infantil donde enseña danza oriental para adolescentes, ballet y flamenco, y otro para adultos dedicada al yoga, a la danza oriental, hindú y salsa cubana. Ahora promueve la enseñanza de yoga para personas mayores, mediante técnicas sencillas con las que mejorar su movilidad y calidad de vida. Y la Danza de la Vida para mujeres embarazadas.

La Danza de la Vida es una fusión entre las técnicas de respiración y meditación del yoga y el movimiento circular de la danza oriental, "con lo que ayudamos a que la madre se conecte completamente con el bebé; pero no es preparación al parto, es un modo de que la madre pueda disfrutar de su embarazo, porque hay muchas mujeres que lo pasan mal".

El interés actual por las danzas orientales "se puede deber a que la mujer necesita encontrarse consigo misma. Es un ser muy diferente del hombre, que está siempre cambiando. La danza oriental, con su movimiento circular engloba todo este conjunto de características tan variables a lo largo de la vida de la mujer", explicó.

La música, según Ana H. da "un sentido especial a la mujer, pero en este baile en particular, que viene de ritos de fertilidad, tiene mucho que ver con la circunstancia de ser mujer".

Las diferencias entre la música árabe y la occidental son "muchas, es otro mundo, una escuela distinta a la escuela de música clásica occidental, que tiene grandes tradiciones en Irán e Irak, la cuna de la cultura árabe y la música persa", señaló Ana H. Y puso como ejemplo "la música marroquí, que ya cambia, pero hay muchas variaciones según qué país; nosotras intentamos trabajar con ritmos egipcios, libaneses, turcos y marroquíes".

La danza oriental también tiene, señaló, "mucho contenido actual, viene de una fusión de culturas, con una parte folclórica de esos países y otra más de cabaret y más popular; luego están las nuevas tendencias, así que metemos ritmos modernos, clásicos de diferentes países y con mucha variedad. Los espectáculos que hacemos van mucho en esa línea".

Antes de llegar a Badajoz estuvo en Madrid, donde se formó con el maestro Chokry Mohamed, de la escuela Las Pirámides.