Decepcionadas decían sentirse las tres voluntarias de la asociación SOS Perrera, que se dedica a cuidar de los animales y promover adopciones en la perrera municipal de Badajoz, después de que el pleno municipal no aprobase la moción de IU pidiendo mejoras en las instalaciones.

Tras describir las deficiencias existentes, el concejal de IU Felipe Cabezas reclamó que se subsanen las de carácter estructural, como el cambio de suelos o la humedad y frío en los cubículos; que se combatan las carencias y se dé a los animales pienso de calidad, desinfecten las jaulas y propicien tratamientos sanitarios necesarios, que ahora no se ofrecen, así como reclamó un veterinario con una frecuencia adecuada.

La concejala responsable de la perrera, Ana Serra, justificó el voto en contra de su grupo en que las deficiencias detectadas se están subsanando. Señaló que el pienso se ha cambiado porque hubo un problema con el proveedor, que los cubículos se desinfectan periódicamente y que están valorando ampliar el servicio veterinario.

Una de las voluntarias, Carmen Huerto, comentaba a la salida que "ya sabíamos que no iba a pasar nada" pues comentó que han oído muchas veces que se iban a realizar mejoras "pero no llegan". Contó que hay un brote de parvovirosis que mata a todos los cachorros que entran, los bebederos están oxidados, el veterinario solo va los jueves a colocar chips, "firmar papeles" o sacrificar, pero no realiza tratamientos, de los que se tiene que encargar SOS Perrera, con cargo a sus presupuestos, "y las facturas ascienden de 3.000 euros para arriba porque los perros llegan fatal". También denuncian la ausencia de control en las adopciones, porque si no es a través de SOS Perrera no se hace ningún seguimiento a los animales.