Cuadrillas de trabajadores con maquinaria y material de construcción entraron la semana pasada en el palacio del siglo XIX que albergó la antigua Capitanía General o Gobierno Militar de Badajoz para realizar obras de reforma, mejora y mantenimiento de este inmueble que lleva años cerrado. Cerrado y sin que se le dé un uso adecuado a su interés arquitectónico dentro del centro histórico de la capital pacense, y a su emplazamiento privilegiado frente al convento de Las Descalzas, en una de las plazuelas más recoletas del Casco Antiguo, la de López de Ayala.

La empresa encargada de las obras valló el perímetro del edificio y parte de la plaza y en poco tiempo desmanteló los elementos necesarios para meter en las dependencias interiores los materiales necesarios para realizar las obras. Fuentes del Ministerio de Defensa manifestaron a este diario que, en efecto, se ha ordenado el inicio de estos trabajos de mejora tanto dentro como en la fachada clasicista del inmueble, que ocupa 1.500 metros cuadrados de superficie en tres plantas, construido por el ingeniero militar Carlos Vila.

El estado del edificio era hasta el inicio de las obras de total abandono, pues el Ejército dejó de utilizarlo cuando trasladó los servicios de la Capitanía General a su nueva ubicación, que se encuentra en la avenida Fernando Calzadilla, en el año 2000.

VARIAS PROPUESTAS Desde entonces se han barajado diferentes propuestas para recuperarlo y darle un uso adecuado, desde la creación de un Museo de la Historia de Badajoz, del Ejército en la ciudad y de la frontera, a albergar una sede urbana del rectorado de la Universidad de Extremadura en la capital pacense. Incluso se propuso que se adquiriera para acoger a alguna institución u organismo público --se barajó para la Presidencia de la Junta, hasta que la diputación ofertó el antiguo Bárbara de Braganza--, pero nunca se llegó a una conclusión.

Ya en septiembre del año pasado, tuvo lugar una reunión en Madrid, con la asistencia del delegado de Defensa de la provincia de Badajoz, en la Subdirección General de Recursos e Información Administrativa del Ministerio de Defensa, para abordar el posible destino del inmueble, atajar su deterioro y ver posibles usos sin que se llegara a ningún acuerdo.

Unos meses antes, el ministerio se llevó el mobiliario y los elementos más significativos y valiosos del viejo palacio a Madrid y desde entonces permanecía cerrado y casi en ruinas.

Ahora, Defensa ha expresado y reafirmado su "interés por mantener la propiedad del edificio", sin que que prevea cambio o cesión algunas, según manifestaron las citadas fuentes consultadas, pero sigue sin darle un destino, al menos que haya trascendido, pues ninguna otra institución consultada conoce que haya una decisión al respecto.

Asimismo, han sido varias las entidades ciudadanas que han demandado la apertura del palacio y darle una utilización que permita incorporarlo al patrimonio histórico artístico de la capital pacense, desde las asociaciones vecinos y comerciantes del Caso Antiguo, a colectivos como Amigos de Badajoz, Amigos del País o Ciudad de Badajoz.