El juicio por este fraude del IVA, que ya se suspendió en abril pasado, llega a vista previa tras una larga instrucción realizada por el Juzgado de Olivenza, que entendió de la causa por estar radicada en esa localidad una de las empresas supuestamente promotoras de lo que la Agencia Tributaria denunció como un fraude multimillonario del tipo carrusel, consistente en la emisión de facturas falsas por el comercio ficticio de material informático en varias ciudades españolas y en Portugal, llegando a defraudar 45 millones de euros.

Según denunció entonces la Inspección Fiscal y según los hechos que se juzgan, en realidad esas empresas no tenían actividad comercial alguna y simulaban todos los pasos de compra venta emitiendo facturas falsas con cargo del 16% del IVA para reclamar la devolución del mismo al hacer sus liquidaciones de IVA soportado, logrando de este modo embolsarse cuantiosas cantidades entre los años 1997 y 2001, en el que se considera el mayor fraude conocido en Extremadura. Tanto la Agencia Tributaria como la justicia han trabajado para desgranar las actividades un sistema muy complejo que llevó directamente el cuerpo de Aduanas.