Amnistía Internacional (AI) de Badajoz escenificó, en el paseo de San Francisco, una denuncia contra el comercio de armas ligeras, que causan 500.000 muertes al año, una cada minuto. Realizó un acto lúdico y reivindicativo para informar sobre el riesgo que suponen estas armas.

Sus miembros hicieron en un tono "cínico e irónico" un desfile de armas y recogieron firmas para exigir a los gobiernos el control del comercio de estas armas, según su coordinadora, Angela Rivera. Siete asociados de AI llevaron a cabo "un pase de modelos" con distintas armas: bazookas, cetmes, metralletas y diferentes tipos de pistolas, destacando las cualidades y "la perfección" de las mismas" como máquinas de matar". En su opinión, las víctimas más vulnerables son las mujeres.