La reducción de efectivos policiales en la frontera con Portugal provoca un aumento de la delincuencia en la provincia de Badajoz y, en particular, en la capital pacense, al permitir un mayor tráfico de bandas que trafican con armas o drogas, según asegura la Unión Federal de Policía (UFP).

Según la agencia Europa Press, representantes del sindicato policial en los ámbitos nacional y regional responsabilizan al jefe Superior de Policía de Extremadura, Ángel Galán, de la decisión, adoptada el año pasado, de reducir los agentes destinados en el puesto fronterizo, pasando, según la estimación sindical, de una veintena hasta cinco en la actualidad.

Los dirigentes sindicales precisan que la "merma" del control en el paso fronterizo permite que haya mayor entrada de drogas y armas, lo cual es causa de ajustes de cuentas y tiroteos en los barrios conflictivos de Badajoz.

Además, la UFP explica que el Gobierno central no costea a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía el equipamiento de protección invidivual consistente en chaleco antibalas y guantes anticorte, que a día de hoy consideran fundamental para preservar la propia seguridad cuando se penetra en barriadas como las citadas.