A partir de septiembre habrá movimiento en El Campillo, según los concejales Eladio Buzo, de Hacienda e Inmobiliaria Municipal (Inmuba), y Carlos Ureña, de Urbanismo, junto con el gerente de la Inmuba, Luis Chacón, quienes anunciaron el vallado del área de actuación y la tramitación del derribo de las edificaciones que quedan en las dos manzanas principales sobre las que se actuará, a finales de ese mes o principios de octubre. Se trata de pasos previos a la construcción de 35 viviendas cuya obras, dijeron, esperan que se puedan iniciar en el 2020, una vez concluidas las excavaciones arqueológicas, que se iniciarán cuando se concluya el vallado, explicaron.

El vallado, dijeron, será «tipo mural por el exterior», por petición de la Concejalía de Turismo, dada la proximidad de la zona monumental y dado que se mantendrá durante todo el tiempo que duren las obras.

De forma paralela, anunciaron que se los autores del proyecto ganador del concurso en marzo pasado -Acha, Zaballa, Arce y Berasategui- lo presentarán al ayuntamiento para que se pueda adaptar la normativa conforme a los cambios introducidos, como dar más amplitud delante de la Torre Espantaperros, o incorporar alguna terraza, para tramitar después la licencia de obras.

Buzo afirmó que el área del Campillo contiene más de 300 unidades registrales, 86 en las dos manzanas afectadas, «y la diferencia entre ellas está en que se viva o no, y solo hay tres familias a las que se buscó una vivienda y se irán en unos días». Y añadió que «de los solares nuestros que han ocupado delincuentes, se les desahucia; nadie va a la calle».

Además, se trabajará en algunos de los 10 solares pequeños adquiridos, más otros 3 posteriores, «aunque los constructores ven complicado hacer proyectos las difíciles condiciones de la zona, pero cuando se comience a trabajar habrá más interés por la zona», dijo Chacón.

Entre todas las actuaciones se construirán 84 viviendas -35 por un lado y 49 de los proyectos pequeños-; unas se pondrán en venta y otras en alquiler. Para ambas hay ya personas interesadas.

«La idea es ir un poco a la vez», dijeron; hay dos manzanas principales y el resto son actuaciones diseminadas; se sacaron 10 a concurso, se adjudicó 1 y el resto se hizo por orden de importancia.

Ureña dijo que a final de año tiene que haber mayor actividad en la zona, y más en 2020. Y en cuanto a los trabajos arqueológicos ya realizados, «no se han identificado hallazgos de relevancia», señalaron, aunque están pendientes de saber si se tendrá que incorporar algunos elementos hallados al proyecto, Durante la excavación aparecieron enterramientos, una casa solariega y silos.

Por otro lado, Ureña y Buzo, tras recordar que el proyecto de actuar sobre el Campillo tiene más de dos décadas, y que se inició como tal en 2011, ahora, una vez entre el proyecto en el Servicio de Planificación, se estudiarán los cambios normativos que se requieren.