Se ha acordado no iniciar ningún estudio de reproducción en pacientes con edades por encima de los 38 años, ni hacer ninguna técnica de reproducción, como la FIV, por encima de los 40. Tendrán prioridad aquellas parejas que no tienen ningún hijo sobre aquellas que ya tienen uno.

Buscando la equidad se ha diseñado una fórmula con el fin de conjugar el equilibrio entre la edad de la paciente y el tiempo de permanencia en la lista de espera. "Así se evita que una mujer de 36 años que se acaba de incorporar a lista tenga prioridad sobre otra de 26 que lleva un año en espera".