El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, consagró anoche el nuevo altar mayor y ofició la eucaristía con la que se reabría a los cultos la iglesia de las Descalzas, que ha permanecido cerrada durante ocho meses, mientras se sometía a obras de rehabilitación y restauración.

Los feligreses acudieron de forma masiva a la apertura y llenaron la iglesia, cuyo suelo se ha renovado, así como la madera que cubre las paredes y el confesionario. La obra se inició en el altar mayor en agosto del 2005 y las misas continuaron mirando al coro, pero en enero se cerró la iglesia para la rehabilitación integral, que ha permitido sacar a la luz algunos lienzos antiguos. Los trabajos se han sufragado con la donación de un familiar, otras aportaciones y un préstamo de 60.000 euros.