«Deseo que toda las personas cuando lleguen a la vejez encuentren unas manos que les ofrezcan cariño y comprensión». «No quisiera morir sin ver crecer a mis hijos y a mis nietos». «Ver a la familia». «Que lleguen tiempos mejores para todos» Éstos eran algunos de los deseos que ayer colgaban entre las ramas de los árboles de la avenida de Huelva, donde la asociación Cuidándonos organizó, dentro del proyecto Badajoz Contigo, Ciudad Compasiva, una jornada de sensibilización bajo el lema El arte de cuidar. Asistieron residentes, familiares y profesionales de las residencias La Granadilla y Sarquavitae de Badajoz y Caser de Olivenza.

Además de los deseos expresados por personas solas o enfermas a través de notas en los árboles, en la jornada se elaboró El mural de los propósitos, para que los asistentes, de distintas generaciones, plasmaran sus compromisos en el propósito de cuidar a las personas cercanas. Como era una cita con el arte, también hubo pintura y música.

El organizador, Rafael Mota, que es médico de cuidados paliativos, explicó que el objetivo general del proyecto, que forma parte de un movimiento internacional, es concienciar a los ciudadanos de «la importancia de cuidar de personas mayores o enfermas que necesitan ayuda implicando a la comunidad». Esta iniciativa se lleva desarrollando desde hace un año con charlas en centros educativos, colegios profesionales y sedes de colectivos. Ayer asistió la directora gerente del Sepad, Consolación Serrano, quien señaló que la atención de los mayores en los centros «debe partir desde el respeto infinito a la dignidad de las personas» y por tanto tener en cuenta las preferencias de los usuarios. Además defendió que la longevidad es «una oportunidad de desarrollo en lugar de una carga».